Paul McClean, el arquitecto de las megamansiones que hace pura magia

Las viviendas de lujo suelen alcanzar precios estratosféricos, lo que hace que solo se conviertan en un sueño inalcanzable para muchos. Claros ejemplos son las obras maestras del arquitecto irlandés Paul McClean, artífice de The One, la mansión más cara y grande del mundo.

Más conocido como el « rey de las megamansiones », este profesional cuenta con una extensa cartera de clientes multimillonarios que caen rendidos a sus creaciones. Esta es la casa, propiedad del pionero de los videojuegos Jason Rubin que supera cualquier realidad virtual.

En los Ángeles, Skylark Lane Residence, se hizo realidad. Entre la poderosa imaginación del propietario y el trabajo del experto en mansiones, diseñaron un hogar familiar que cubriera todas las necesidades del primero.

Las vistas panorámicas y el paisaje con un cañón incluido son los verdaderos protagonistas de una moderna casa, de más de 1.000 metros cuadrados, con impresionantes cristaleras, que se ha levantado en torno a ellas. « Jason tenía una visualidad 3D real, que algunos clientes no tienen, lo que la convirtió en una colaboración realmente divertida », dijo McClan en una entrevista.

Esto dio lugar a una estancia de tres niveles, cinco habitaciones con acceso al nivel inferior a través de una escalera flotante de acero y roble, la verdadera zona de diversión y ocio, en la que se encuentra la sala multimedia, el gimnasio y las habitaciones de huéspedes. Obviamos que también tiene su propia piscina infinita.

La altura de los techos, los ventanales, el espacio al aire libre que hay en el primer nivel, justo en el centro de la casa, tras deshacer el monstruoso garaje que allí había, y en general, las dimensiones, dan una sensación de libertad pura. Ahora el garaje es un espacio abierto con dos plataformas elevadoras que suben y bajan los vehículos.

« Cuando conduces hasta la mayoría de las casas, lo primero que ves es este garaje gigante, y es difícil hacerlo atractivo », apela Rubin.

Para hacerla más espaciosa y libre, existen unos mecanismos integrados que hacen que las paredes y varillas de acero se abran para unir interior y exterior. Obra de ingeniería, ¿o no?

La villa respira tanto por fuera, como por dentro, una estética industrial. Reflejo de ello queda también en la decoración a del diseñador de interiores Michael Fullen. Piezas personalizadas de artesanos de todo el país, esculturas y juegos de iluminación de película, decoran la casa del millonario.