Gastronomía

Un renovado Rosewood Villa Magna estrena Las Brasas de Castellana

Amalio Prados, cocinero ejecutivo del hotel, estrena este restaurante ‘casual’ que se suma a una oferta gastronómica de primer nivel.

Restaurante Las Brasas de Castellana
Restaurante Las Brasas de CastellanaLas Brasas de Castellana

Cuando parecía que con la presencia del Amós de Jesús Sánchez el prestigio y la calidad del renovado Rosewood Villa Magna no podía catapultarse más, llega Amalio Prados, chef ejecutivo del hotel desde hace casi diez años, y abre Las Brasas de Castellana, un restaurante que define como “casual” y que cuenta con precios verdaderamente accesibles, que no quiere decir ni mucho menos que se descuiden los detalles.

Así, se rompe un a barrera invisible: que los turistas asocien los restaurantes presentes en hoteles de lujo a algo fuera de su alcance. Lógicamente, no es un lugar al que ir a comer todos los días, pero en el que sí podemos darnos algunos caprichos. Un espacio en el que se podrá disfrutar desde del desayuno a la cena.

Entre su oferta gastronómica, encontramos, para mediodía, típicas tapas españolas como ensaladilla, calamares a la andaluza, croquetas de gambas al ajillo, bravas… Para la hora de la comida, encontramos algunas recomendaciones de la casa como el pulpo con verduritas y encurtidos, el morrillo de atún Balfegó o las costillas de cerdo. Platos que oscilan entre los 20 y 25 euros.

Y no pierdas la oportunidad de degustar su delicioso jarrete para dos personas, terminado frente al comensal y acompañado de queso cántabro La Pasiega, puré de patata y vegetales rostizados. O si eres indeciso por naturaleza, puedes optar por su menú del día (35 euros), que incluye un aperitivo y un plato que cambia a lo largo de la semana.

Tampoco dejes de disfrutar de la gran variedad de vinos de la que dispone, aunque, si eliges el reservado que se encuentra dentro de la propia cava, no podrás resistirte. Y si quieres tomarte un cóctel o una copa, solo tienes que andar unos metros hasta el bar Tarde O. Una experiencia más completa, imposible.