Mar, cielo y tierra, ya no hay límites con el yate volador ‘Airyacht’

“¿Qué pasaría si llevásemos los viajes en crucero a un nuevo nivel?” Esa es la pregunta que parece que ha respondido la compañía Airyacht con su nuevo y exclusivo medio de transporte híbrido. Se trata de un yate de lujo que se eleva gracias a su conexión a un enorme zepelín de helio.

La embarcación ‘Airyacht’, que toma su nombre de la empresa que la ha ideado, se forma por dos elementos diferenciados. El primero es un yate de tres pisos y 52 metros de largo, capaz de transportar 27 personas con todas las comodidades. El segundo, un zepelín de 200 metros de largo y 50 de ancho que engancha el barco y lo mueve a una velocidad de hasta 90 km/h. Un diseño innovador que consigue entrar de lleno en los sueños de los viajeros más atrevidos.

Las posibilidades son infinitas, la compañía ofrece una navegación única en la que los pasajeros podrán surcar el cielo, navegar por mar y pasear por tierra. El viaje se convierte en una experiencia de nivel por sí mismo, con un interior en el que además de seis camarotes, los tripulantes disfrutarán de varios soláriums, sauna, jacuzzi, piscina, helipuerto y un garaje.

Y es que el Airyacht también dispone de un ascensor que permite descender a los pasajeros para explorar el terreno con su propio coche. Incluso, para periodos más largos de tiempo, el yate puede desligarse del zepelín y anclarse a tierra, gracias a unos cables que se despliegan desde el casco y que pueden volver a unirse al dirigible con facilidad.

Aunque todavía no se han revelado datos como el precio del viaje o algunas de las características fundamentales de este curioso medio de transporte, no esperamos que sea una experiencia barata, pero sí diferente.

La compañía ha asegurado que lleva trabajando en el proyecto desde 2017 y que su primer yate volador se hará realidad en algún momento de 2026. A partir de ahí, la creación de nuevos modelos dependerá de la acogida del público, aunque la compañía espera poder fabricar unos cuatro Airyacht anuales.

Esperamos con ansia las nuevas noticias de esta embarcación, quién sabe si de aquí a unos años volar en un yate dejará de verse como algo futurista y llegará a ser una experiencia tan habitual como navegar por el mar Mediterráneo en un crucero.