Sublime Comporta, unas vacaciones renovadoras en el paraíso del lujo portugués

A solo una hora de Lisboa se encuentra uno de los lugares más demandados por la élite para estas vacaciones. Situado en una inmensa finca de 17 hectáreas, entre pinos piñoneros y con más de 60 kilómetros de playas vírgenes, se levantan las pequeñas villas del resort Sublime Comporta.

El proyecto, firmado por José Alberto Charrua y Miguel Câncio Martins, ha mantenido el encanto exterior con un respeto absoluto por el entorno natural. Líneas sencillas y decoración modesta que contrastan con gracia con la decoración contemporánea diseñada por marcas locales del interior de las habitaciones, un balance muy logrado entre exclusividad, comodidad y sostenibilidad.

Las suites del complejo, 23 habitaciones y 22 cabañas y villas para hasta cinco personas, se distribuyen en el terreno en diferentes edificios integrados en el paisaje de forma equilibrada. En cada habitación encontramos una decoración diferente, pero manteniendo el homenaje por los materiales más tradicionales y las técnicas decorativas de Comporta.

Las villas independientes cuentan con una piscina natural privada, chimenea, varias terrazas y zonas de recreo para los huéspedes que las habitan. 14 tipos de alojamientos para que los clientes puedan escoger cómo de exclusivo quieren que sea este retiro en comunión con la naturaleza.

Una apuesta ambiciosa por el lujo sostenible

Los propietarios del complejo, Gonçalo Pessoa y Patrícia Trigo, apuestan por el crecimiento sostenible, una inversión que refuerza su relación con la comunidad local a la vez que crea una oferta turística de lujo que mejora la imagen de Comporta, y de Portugal, en este sector.

Desde 2019, el resort, inspirándose en el puerto pesquero de Carrasqueira, reformó sus instalaciones para dar un nuevo paso en la sostenibilidad de su alojamiento a través de las piscinas biológicas. Así, creo las big-pool suites, pequeñas cabañas con terrazas y piscinas privadas con un sistema acuático 100% natural, cuya agua se trata únicamente con plantas.

Y si las habitaciones impresionan, no se quedan atrás tampoco las exclusivas zonas comunes del hotel. Evidentemente, la naturaleza cobra protagonismo en cada espacio, con inmensas zonas habilitadas para pasear en un entorno único y desconectar del ajetreo de la ciudad.

A este plan, y también con el objetivo de lograr el mayor bienestar mental y físico de los huéspedes, se suma que el complejo cuenta con varios tratamientos relajantes, un spa, numerosas piscinas, un gimnasio y packs de experiencias personalizadas según el tipo de escapada. Y todo ello con el broche de poder cerrar la jornada con la mejor gastronomía en el exclusivo restaurante del resort.