Meteoritos y oro para la edición más lujosa del Samsung Z Fold4

Todavía sigue siendo la excepción, aunque no sabemos durante cuánto tiempo, el tener uno de los nuevos teléfonos plegables que se han puesto tan de moda en los últimos años. Estos dispositivos con pantalla flexible fueron un sorprendente lanzamiento de Samsung en 2019, que asombró al mundo con un concepto completamente innovador dentro de los terminales móviles.

Si bien al principio muchos mostraban cierto recelo por el precio y los posibles inconvenientes de una pantalla dividida, Samsung ha demostrado con las nuevas actualizaciones que, tras 3 años, siguen enfocados en apostar por ir modernizando los modelos con las últimas tecnologías disponibles y asegurar un móvil puntero y de gran calidad para su clientela más selecta.

Meteoritos y oro para cubrir esta joya tecnológica

El último Samsung Z Fold4 puede parecer ya en sí un objeto de lujo, un capricho para unos cuantos. Y, sin embargo, Caviar ha conseguido dar un paso más en lo que a exclusividad se refiere y, como es habitual, ha creado una edición limitadísima con una cobertura prácticamente única.

Si bien Caviar es conocida por personalizar los teléfonos con oro, esta vez se ha superado. Desde hace unos días, la empresa ha publicado su nueva colección Heraldos de la galaxia (Heralds of the Galaxy), una reinvención de las carcasas de los mejores terminales de Samsung.

Los pedazos de meteorito son el material que otorga presencia al nuevo chasis, que está fabricado en piel de vaca y lleva el logotipo de la compañía en oro de 24 quilates. Los fragmentos son sacados de tres rocas espaciales diferentes: Seymchan, Muonionalusta y Canyon Diablo. Con ello, la compañía ha conseguido crear terminales con diseños totalmente inigualables. En total, solamente se venderán 29 copias de la versión más excéntrica, la Golden Meteor, con oro y meteoritos en sus incrustaciones.

Teniendo en cuenta todo esto, el precio de la versión más básica quizás no suene tan elevado. El dispositivo sin la cobertura Caviar ronda los 2000 euros, pero una vez que se viste de gala el precio casi alcanza los 11.500 euros. Eso sí, la empresa da una alternativa algo más “asequible” si los detalles en vez de en oro se piden en titanio, el Canyon Diablo más básico, también con fragmentos de meteorito, se vende por algo más de 10.700 euros.