Galicia se suma al “glamping” en burbujas de lujo

La acampada ya no está hecha solo para aventureros, ahora podemos disfrutar de la naturaleza desde el terreno, pero sin dejar de lado las comodidades de contar con un techo sobre nuestras cabezas. Tener una experiencia diferente entre la vegetación es posible gracias a las nuevas estructuras que aúnan lo mejor de una reserva de hotel y los beneficios de una noche en el campo.

En plena costa de Lugo, bajo el abrigo de las estrellas y el cobijo de los árboles, se ha creado un refugio perfecto para recargar cuerpo y mente en un entorno natural mágico. Este pequeño paraíso viene en forma de burbuja, la última tendencia de los “glamping” llega al norte de nuestro país y parece que está despertando expectación entre los viajeros.

El próximo 17 de octubre comienza este original camping en suelo gallego, sumándose a las numerosas propuestas de acampada que se nutren de los impresionantes paisajes norteños. La iniciativa parte de tres burbujas, cada una dividida a su vez en tres módulos, con una visión panorámica del entorno, gracias a un techo y frontal completamente transparentes, que hace que esta experiencia sea aún más inmersiva.

De hecho, los dueños aseguran que “con esta experiencia es como si durmieses a cielo abierto”. Eso sí, evitando algunos de los problemas que esto podría conllevar, como los inconvenientes meteorológicos a los que están tan acostumbrados los amantes de dormir a la intemperie.

Una exclusiva burbuja como alternativa a la tienda de campaña

“Luzada”, nombre de este resort, es una palabra gallega que describe la luz propia o reflejada que desprenden los astros. Siguiendo con este concepto, las tres burbujas continúan con una denominación que parte del mismo hilo lumínico: Alborada, Luscofusco y Luar.

Cada una de los alojamientos modulares tiene todas las comodidades de una habitación climatizada de hotel, pero con el relax y confort que ofrece el poder disfrutarlo mientras se escucha el sonido del mar o se contemplan las estrellas con el telescopio que viene en cada una de las suites.

“Es un refugio libre de contaminación lumínica, perfecto para recargar cuerpo y mente a través de un entorno natural único”, señalan los promotores de este paraíso natural.

Las habitaciones dobles con cama kingsize cuentan con conexión wifi, capota, climatización, minibar y un baño completo, todo ellodecorado de forma elegante y equilibrada. En el exterior, los huéspedes pueden acceder a su bañera de hidromasaje para desconectar bajo el cielo en una parcela privada con jardín de la que disponen en exclusiva durante toda su estancia.

¿Y cuánto puede costar relajarse de forma prémium en la naturaleza? Los precios por noche no son tan altos como podríamos esperar, las burbujas ya pueden reservarse por un precio de entre 250 y 300 euros.