Movilidad

Princess F65, la realeza de los yates toma el mar

La embarcación presentada en el Salón Náutico de Southampton está valorada en 3 millones de dólares y cuenta con cuatro camarotes, una barbacoa y un bar a bordo

Princess F65, una oda a la socialización más selecta.
Princess F65, una oda a la socialización más selecta.Princess

La industria de los yates continúa su revolución y prueba de ello son los últimos diseños presentados en el Salón Náutico de Southampton. Uno de los modelos que más ha llamado la atención de la audiencia ha sido el Princess F65, un transporte que para muchos supone un punto y aparte en el sector.

Los amantes del flybridge están de enhorabuena, con una embarcación que se ha diseñado especialmente como una oda a la socialización más selecta. Cuatro camarotes e inmensos espacios comunes consiguen establecer un nuevo estándar en lo que a lujo en la navegación privada respecta.

Interior del Princess F65.
Interior del Princess F65.Princess

El Princess F65 es el buque insignia de la nueva colección, que incluye el F55, el F50 y el F45. No es una embarcación precisamente barata, ya que con las opciones de personalización del interior estamos hablando de un buque que roza los 3 millones de dólares.

Un buque a medida

Con más de 20 metros de eslora, esta joya de la navegación proporciona alojamiento hasta para ocho pasajeros, dentro de sus cuatro cabinas. El buque hace alarde sobre las olas de un uso contemporáneo del diseño, con un toque moderno que incorpora la geometría como punto central.

El interior del yate es fluido y amplio, con un protagonismo absoluto de la luz, gracias a los enormes ventanales de casco alargados y las ventanas panorámicas del salón.

El lujo de cada rincón de este espectacular yate.
El lujo de cada rincón de este espectacular yate.Princess

La cubierta principal recibe a los invitados, que encuentran una cocina de popa con comedor y un salón con un gran sofá en forma de U, con acceso a la zona del timón. En el exterior, la cubierta de proa ofrece a los viajeros la posibilidad de relajarse en unas tumbonas al aire libre mientras se deleitan con las vistas marinas.

Y, como guinda de la experiencia, el puente superior es la zona idónea para el entretenimiento. En él se agrupan varias comodidades que no parecían posibles en un yate: asientos ergonómicos, mueble bar con barbacoa, tumbonas, hielera y un fregadero para no tener que abandonar la estancia.

El exterior con las vistas.
El exterior con las vistas.Princess

La marca desvela su secreto en lo que concierne a los interiores, que no es otro que una absoluta atención al detalle: “Cuando diseñamos el interior no pensamos solo en un yate, sino en una extensión de un estilo de vida. Con una inmersión en el mundo del cliente logramos un entendimiento más completo de los requerimientos y gustos”.

Sin duda, este es un primer paso hacia la personalización a medida de los yates, pero no será la última.