Movilidad

¿Es un delfín, una orca, un tiburón? No, es Seabreacher y se puede adquirir por 150.000 dólares

El último modelo de la compañía fabricante de embarcaciones puede hacer giros de 360 grados en el agua.

Así es la última embarcación fabricada por Seabreacher.
Así es la última embarcación fabricada por Seabreacher.Seabreacher

Desde que en 2013 Seabreacher, un proyecto empresarial pionero radicado en Nueva Zelanda, quiso dar una vuelta de tuerca a las motos acuáticas, no han parado de evolucionar. Sus tres primeros modelos, Shark X, modo Killer Whale Y y Dolphin Z, tenían grandes similitudes con una orca, un delfín y un tiburón y fueron creados como actualizaciones de un modelo de embarcación que, para algunos consumidores ávidos de emociones fuertes, se iban quedando algo desfasadas. La apuesta era arriesgada; tanto que los primeros años de la compañía no fueron todo lo positivos que sus responsables habían previsto, por lo que se tuvieron que limitar a fabricar nuevas embarcaciones según se les iban demandando.

El nuevo prototipo está diseñado para ser capaz de hacer giros de 360 grados en el agua, conservando, eso sí, lo que hace al Seabreacher diferente respecto a las embarcaciones convencionales que solo operan en un plano bidimensional, ya que nuestro protagonista opera más como un avión con tres ejes completos de control: cabeceo, balanceo y guiñada. Esto último es lo que permite que la embarcación se desvíe hacia la izquierda y hacia la derecha, salte sobre el agua, se sumerja, aunque sea a un profundidad mínima, y sea capaz de cortar las olas.

La embarcación está pensada para sumergirse justo debajo de la superficie durante muy breves periodos de tiempo. Habitualmente, Seabreacher no desciende más de 2 metros, aunque esa distancia también depende del nivel de experiencia que acumule el piloto.

En cuanto a su flotabilidad, el nuevo prototipo de la firma neozelandesa ha sido diseñado para enderezarse siempre. Es el propio fabricante el que pone como ejemplo un cilindro para hablar de cómo funciona el vehículo: si tuviésemos un cilindro con un peso en el fondo y una espuma ligera en la parte superior, aunque ese cilindro se llenase de agua, la parte más pesada del cilindro siempre girará hacia el fondo y la parte de flotación más ligera del cilindro siempre flotará hacia la parte superior. Así es como el Seabreacher se autodirige.

Las diferentes embarcaciones fabricadas desde Nueva Zelanda presentan un motor Rotax ACE de 230 CV, un peso de casi 700 kilogramos, pueden alcanzar los 120 kilómetros por hora, una velocidad que se ve reducida hasta los 30 cuando Seabreacher avanza sumergido, y su precio está muy cercano a los 150.000 dólares.

Aunque su expansión por el mundo va algo más lenta de lo previsible, el pasado verano, un ejemplar del último Seabreacher surcó las aguas del Mediterráneo. La empresa Xtreme Water Sport, ubicada en la localidad castellonense de Alcossebre, alquilaba la embarcación a 120 euros por 20 minutos de aventura marina.