Memoria histórica

Así se desmonta el memorial de la Guerra Civil de La Almudena

Los muros, antes con los nombres de los fallecidos, se están revistiendo con granito y llevarán una placa de bronce. El monumento incluirá una leyenda de 50 palabras máximo

Las placas con los nombres de los fusilados ya están siendo retiradas del monumento. Los muros volverán a su estado original / Catalina O. Salas
Las placas con los nombres de los fusilados ya están siendo retiradas del monumento. Los muros volverán a su estado original / Catalina O. SalaslarazonLa Razón

Poco a poco, los nombres de los 2.934 fusilados durante la Guerra Civil y años posteriores van siendo borrados del mármol de lo que iba a ser el Memorial del Cementerio de La Almudena. El Ayuntamiento de Madrid sigue adelante con un monumento que será muy distinto al que dejó planteado e iniciado el Gobierno de Manuela Carmena. A finales del pasado mes de octubre, el Consistorio aseguró que se establecería un único recordatorio para todas aquellas «personas que perdieron la vida de forma violenta en el Cementerio de La Almudena o cuyos restos fueron depositados en él, por las mismas causas, durante la Guerra Civil y la Dictadura en el periodo comprendido de 1936 a 1944». Es decir, de víctimas tanto del bando republicano como del nacional.

Ése era el principal cambio respecto a la elección del Ayuntamiento de Ahora Madrid, que únicamente reconocería a las «personas fusiladas o ejecutadas por la dictadura militar en Madrid» en esos mismos años, con sus nombres inscritos. El Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida adujo que fue el Comisionado para la Memoria Histórica, nombrado por la propia Carmena, el que recomendó no incluir ningún nombre, debido a que entre los homenajeados había alrededor de 200 que ejercieron de «chequistas y torturadores» durante el «terror rojo» que amenazó a la capital.

Según consta en el «contrato menor de modificación» del proyecto, firmado por el Pleno del Ayuntamiento, y que ha obtenido la Plataforma Millán Astray, la nueva escultura se ubicará junto al acceso oeste por la Avenida de las Trece Rosas, próximo a los restos de la tapia original del cementerio. La escultura se colocará en un espacio de 12x5 metros, ya sin las placas con los nombres y los muros se devolverán a su estado original. Para ello, serán revestidos con placas de granito liso y pulido.

Las placas de los nombres de los fusilados ya están siendo retiradas
Las placas de los nombres de los fusilados ya están siendo retiradasCatalina O. SalasLa Razón

Árboles anclados en hormigón

El muro principal incluirá una leyenda, aún por determinar por la Presidencia del Pleno. En todo caso, incluirá un «máximo de 50 palabras» que «apelarán al espíritu de reconciliación y concordia». En este sentido, el Ayuntamiento deja claro en el contrato que la escultura homenajeará «a las personas que perdieron la vida por razones políticas, ideológicas o de creencias religiosas» en el camposanto, «como consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura».

Mientras, las tres piezas geométricas de granito, de sección 60x60 y de 95 centímetros de altura, llevarán una placa de bronce patinado sin inscripción a modo de remate.

Por último, en el conjunto se incluirán una serie de árboles se «apilarán unos sobre otros» de manera aleatoria, de forma que «irán anclados a la losa de hormigón».

Esta modificación del monumento tendrá un coste total de 2.843,50 euros. Sin embargo, la obra original ha sido correspondientemente abonada a su autor, Fernando Sánchez Castrillo, que recibirá 90.000 euros por su trabajo. Así, el coste total del memorial –producción, transporte e instalación, asesoramiento técnico y costes indirectos– supera los 295.000 euros.

Asociaciones de memoria histórica protestarán mañana frente al Ayuntamiento

La eliminación de los nombres de los fallecidos ha provocado que organizaciones de Memoria Histórica, sindicales y movimientos sociales hayan convocado para mañana una protesta frente al Ayuntamiento por la «paralización de las obras del monumento a las víctimas del franquismo» fusiladas en La Almudena. «El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid manifiesta una actitud autoritaria, revanchista y sectaria, capaz de crear y promover la discordia y el enfrentamiento en una sociedad ajena a sus discursos del odio», afirman los convocantes, que consideran estas actuaciones un «castigo post mortem añadido a las familias» de los ejecutados.