Transporte
Madrid adelanta a Valencia y Barcelona en movilidad
Un ranking europeo de 30 países sitúa a la capital como la mejor ciudad española en materia de transporte
En lo que se refiere a movilidad, Madrid iría por delante del resto de capitales españolas. Así lo indica un estudio realizado por Omio, plataforma y app de viajes, que ha analizado las opciones de transporte en los principales destinos europeos de los usuarios. En el ranking, formado por un total de 30 ciudades del continente, Madrid obtiene el puesto 12, Barcelona el 13 y Valencia el 18. Un resultado que, según Omio, sitúa a nuestro país en un «punto medio» en lo que a movilidad se refiere. En todo caso, nuestras tres representantes están lejos de Zúrich, que copa el primer puesto de este análisis.
A la hora de elaborar esta clasificación, se han tenido en cuenta factores como la distribución y los precios de los billetes de transporte público –tranvías, trenes y autobuses–, así como la disponibilidad y precios de las opciones de transporte de economía colaborativa –taxis, bicicletas, patinentes eléctricos y motocicletas–.
Pese a adelantar a las otras ciudades españoles en el ranking, Madrid cuenta con peor puntuación en lo que respecta a transporte público: un 11,0, frente al 20,5 de Barcelona y al 22,3 de Valencia. En este apartado, se ha tenido en cuenta, entre otros factores, el número de líneas de tren con respecto a la población de cada ciudad. Madrid, con 3,2 millones de habitantes, cuenta con 12 líneas de metro y 244 de autobús; Barcelona, 1,6 millones, presenta 11 de metro y 118 de autobús; y Valencia, con más de 800.000 habitantes, tiene seis líneas de metro y 46 de autobús.
Sin embargo, Madrid remonta puestos en la clasificación en lo que respecta al precio del transporte, que es otro de los puntos que se ha tenido en cuenta. Mientras el abono mensual es más caro en la capital –54,60 euros, por los 53 euros de Barcelona y los 43,40 de Valencia–, el billete sencillo resulta más económico. En Madrid cuesta 1,50 euros, lo mismo que en Valencia, pero más barato que en Barcelona, a un precio de 2,50 euros.
En lo que se refiere al transporte colaborativo, Madrid obtiene una puntuación de 63,3, mientras que la Ciudad Condal tiene un y Valencia un 47,9. Una de las variables analizadas es la proporción de taxis con respecto al total de la población. En la capital hay un total de 16.000; en Barcelona, 10.000 y en Valencia, 3.093.
Del mismo modo, también se ha valorado el número de compañías de patinetes eléctricos y el de empresas de motocicletas y bicicletas compartidas.
Los patinetes han sido sin duda la cuestión más polémica del último año en lo que respecta a movilidad urbana. Sobre todo por el vacío legal que rodea a un modo de transporte novedoso y que ha cogido desprevenidos a los ayuntamientos de las grandes ciudades. Así, en Barcelona se han multiplicado de manera exponencial el número de estos vehículos decomisado por las autoridades, al no cumplir con la normativa vigente. Mientras, en Madrid se impuso que los patinetes solo podían circular en vías en las que el límite de velocidad sea de 30 km/h. Algo que tampoco se está cumpliendo en muchos casos.
«A medida que las ciudades continúan creciendo y evolucionando, vemos la introducción de nuevas e innovadoras formas de movilidad urbana como algo positivo», asegura Bertrand Etienne, director comercial de Omio. «En las ciudades más grandes y pobladas, todavía queda mucho por hacer, pero al menos hay opciones en muchos de estos destinos», añadió.
Capitales europeas sin bicicletas
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