Isabel Díaz Ayuso

Vox rechaza la alternativa de Ayuso y exige el «pin» para que haya Presupuestos

Considera insuficiente que los centros publiquen su programación de actividades. La Comunidad educativa asegura que “la instrucción no aporta nada, porque esto ya se hace”

Encuentro Informativo 'España - Reino Unido: un reto global de futuro' organizado por Europa Press
La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Rocío MonasterioEduardo ParraEuropa Press

Vox no está dispuesto a dar ni un paso atrás en su exigencia sobre el «pin parental» para aprobar los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. No le vale la alternativa de Díaz Ayuso, que ha empezado hoy a enviar las instrucciones a los centros educativos que les obliga a informar a los padres a través de su web y durante el periodo de matriculación, en la segunda quincena de abril, de su programación general anual. Esto es, todo lo que hace el centro no sólo a nivel de conocimientos que se imparten, sino también de actividades en horario escolar y extraescolar. Esto supone que los padres tienen a su disposición más de 400 páginas que leer de media, en muchos casos, de programación del centro escolar en las que pueden comprobar si las actividades complementarias y extraescolares se ajustan a lo que ellos quieren para sus hijos. ¿Y si no es así? La opción posible es cambiar al menor de centro.

«Para Vox es fundamental su aprobación para apoyar las Cuentas», recalcó en un comunicado. Pero, a día de hoy, «el Grupo Parlamentario Vox en la Asamblea no ha tenido conocimiento de dicha medida y el Ejecutivo no se ha puesto en contacto ni con la portavoz, Rocío Monasterio, ni con ninguno de los diputados de Vox para negociar nada relacionado con el «pin parental» ni con los Presupuestos», ha sentenciado el grupo.

La instrucción remitida por Educación a los centros expone que, previo al proceso de admisión de alumnos para el curso escolar 2020/21, todos los centros sostenidos con fondos públicos deben publicar en su web la siguiente información: el proyecto educativo del centro, el Reglamento de régimen interior y las normas de convivencia, así como “los programas educativos, incluyendo las actividades complementarias y extraescolares, señalando las que tengan carácter habitual, los recursos y servicios complementarios del centro que figuren en la programación general anual del curso actual, así como la información relativa a las actividades que conste en la memoria del curso anterior”.

El consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, cree que la nueva exigencia permitirá que los padres elijan colegio “con todo el conocimiento al incrementar la transparencia y la información en el proceso de admisión de alumnos”. De esta manera, los padres "tendrán un amplio y consolidado conocimiento de la trayectoria del centro y podrán tomar la mejor decisión”, ha precisado.

Los sindicatos: “Ya se hace”

El sindicato de profesores ANPE Madrid ha mostrado su extrañeza sobre la instrucción porque “no aporta nada nuevo, lo que se pide ya se hace, a no ser de que con esta instrucción se quiera sistematizar que los requisitos a los que se alude haya que hacerlos públicos durante el periodo de admisión", explica su presidente Andrés Cebrián. “Somos contrarios al pin parental y uno de los motivos es porque no hace falta que se implante porque los centros tienen suficiente información del centro en el que matriculan a sus hijos y de la educación que reciben en ellos”, añade.

Según ANPE, proyecto educativo del centro, el Reglamento de régimen interior y las normas de convivencia ya las exponen todos los centros en su página web, porque estos documentos son públicos. “La memoria se hace a final de curso y la programación al inicio, es anual, con lo que los padres, al matricular a sus hijos, en la segunda quincena de abril, pueden saber las actividades que se hacen durante el presente curso escolar, pero no las que va a haber el próximo”, añade. En su opinión, “todo lo que sea transparencia me parece bien, pero si esto va a suponer una carga de burocracia para los centros podemos tener un problema”.

Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO, cree que, con esta iniciativa, l consejería de Educación parece dar a entender que los centros públicos de Madrid "no están cumpliendo con la normativa de aplicación en materia de admisión del alumnado, de elaboración y publicidad de documentos institucionales tales como el Proyecto educativo de centro, la Programación general anual e incluso las programaciones didácticas. Esto no es así; los centros ya están actuando conforme a las instrucciones difundidas hoy y firmadas por las dos viceconsejeras. En los centros educativos de la Comunidad de Madrid siempre se ha actuado según el principio de legalidad vigente”.

El presidente de Csif Educación Madrid, Antonio Martínez, se ha mostrado ebiertamente en contra del “pin parental” tal y como se ha implementado en otras comunidades autónomas porque “se fomenta la injerencia de los padres en la autonomía y capacidad de decisión de los centros”. Del mismo modo lamentó que la nueva resolución remitida a los centros no se haya consultado previamente a la Mesa Sectorial de Educación. No obstante, “siempre que respeten la autonomía pedagógica de los centros, la libertad de cátedra y evitando presiones a los docentes, no nos parecen mal (la instrucción) si impulsan la información que pueden tener los padres a la hora de matricular a sus hijos en el centro educativo que deseen", ha añadido Martínez. El representante sindical cree que “la transparencia es una virtud del sistema educativo público y está bien que se oficialice, pero siempre evitando cualquier otra injerencia externa y debates estériles que puedan perturbar el normal funcionamiento de los centros educativos públicos”.

Los centros concertados: “Nos parece bien la transparencia”

Las escuelas católicas también creen que la iniciativa regional “tiene poco de novedoso”. Hasta ahora, los centros no tenían obligación de hacer pública su programación anual justamente coincidiendo con el plazo de admisión de alumnos, pero la mayoría de los centros ya publicaban en sus páginas web esta información que, en muchos casos, sobrepasa las 400 páginas. El secretario regional de Escuelas Católicas, José Antonio Poveda, cree que los padres “tienen una información cierta de qué tipo de actividades se desarrollan en el centro, pero no se ataca el problema de fondo, que es si la actividades complementarias son obligatorias o no y la alternativa de Ayuso es salirse por la tangente a lo que plantea Vox".

En su opinión, la cuestión de fondo es que muchos profesores creen que las actividades complementarias, como sería, por ejemplo, una charla de los bomberos a los alumnos sobre cómo prevenir incendios, o la de un colectivo LGTBI, la consideran una actividad obligatoria, cuando una norma educativa del año 94 establece claramente que es “voluntaria”. Sólo se pide autorización a los padres cuando se trata de una actividad que se desarrolla fuera del centro. “Las complementarias son voluntarias y había que hacer más esfuerzo en los centros públicos en aclarar el régimen de competencias porque lo que se desarrolla en estas actividades no forma parte del currículo educativo".

La Confederación de Centros de Enseñanza (CECE), la patronal de la escuela privada y concertada, ha asegurado que estudiará la modificación y hará una valoración más técnica para sus centros. No obstante, “nos parece bien esa línea de la transparencia en los contenidos de cara a las familias. Nos parece decisivo que la relación entre escuela y familia estén presididas por la transparencia y la confianza”.

Los partidos: “Una desviación de los problemas reales"

Desde el ámbito político, la iniciativa de Díaz Ayuso tampoco ha dejado indiferente al POSE. La diputada Marta Bernardo cree que lo que la instrucción del Gobierno de la Comunidad “no es ninguna novedad, se lleva haciendo décadas. Esto es desviar la información de los problemas reales que tiene la educación en Madrid y, al final, hay que hacer el juego a Vox".

La diputada socialista mostró sus dudas sobre el hecho de que en abril pueda saber ya un padre qué actividades va a tener su hijo el próximo año. “A ver si es una forma más de levantarse la presidenta porque todas las semanas se levanta con una noticia nueva en educación de las que realmente ninguna puede constatarse que sea una novedad. La educación pública no se vende en un presupuesto, hay que defenderla”, sentenció.