Ayuntamiento de Madrid

El edificio que okupó La Ingobernable será un Museo Hispanojudío

El ayuntamiento cede a la fundación HispanoJudía el edificio anteriormente okupado La Ingobernable por un espacio de 50 años. Será gratuito para estudiantes y sin costes para las arcas municipales

Exposición «Jacob y sus doce hijos», que tuvo lugar en 2018 en el Museo Judío de Jerusalén
Exposición «Jacob y sus doce hijos», que tuvo lugar en 2018 en el Museo Judío de JerusalénABIR SULTANAgencia EFE

Roma, París, Londres, Berlín... y ahora también Madrid. Nuestra ciudad era la única gran capital europea que no contaba con un centro dedicado a la memoria del pueblo judío. Esa deuda de nuestro país con la cultura sefardí será saldada por el Ayuntamiento de Madrid. Y para ello, se empleará un inmueble «recuperado» recientemente por el Consistorio: el edificio del número 39 de la calle Gobernador, okupado hasta el pasado noviembre por el colectivo La Ingobernable.

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, anunció en su comparecencia posterior a la Junta de Gobierno el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Fundación HispanoJudía: la cesión a esta entidad del edificio por un máximo de 50 años para establecer un centro que relatará la historia de Sefarad, topónimo hebrero referido a la Península Ibérica. El gasto para las arcas municipales será nulo, ya que la Fundación costeará el proyecto con un proyecto presupuestado en 30 millones de euros.

Martínez-Almeida destacó los nexos entre nuestro país y el pueblo judío. Y entre esos momentos históricos, recordó la expulsión decretada por los Reyes Católicos en 1492. El alcalde también señaló la ley impulsada en 2014 por Ruiz-Gallardón, entonces ministro de Justicia, para conceder la nacionalidad a los judíos sefardíes que residían fuera de nuestro país. «El proyecto trata de estrechar esos lazos y vínculos», aseguró el alcalde. De hecho, la cultura judía, junto a la musulmana y la cristiana, conforman nuestros raíces.

Del mismo modo, el Museo Hispanojudío constituirá un atractivo turístico para la ciudad de Madrid. El Ayuntamiento recuerda que, con este centro, la ciudad pasa a incorporarse a la ruta de los Caminos de Sefarad, en la que ya se encuentran Toledo, Barcelona y Sevilla. Se estima que, solo en EE UU, hay cerca de medio millón de turistas que realizan esta ruta.

El edificio okupado por el colectivo La Ingobernable fue desalojado el pasado noviembre
El edificio okupado por el colectivo La Ingobernable fue desalojado el pasado noviembreJesús G. Feria

Un centro cultural

El edificio, según afirmó el Ayuntamiento, contará también con un «centro cultural» que beneficiará a la zona Prado-Recoletos. Todo este complejo será público y gratuito para los estudiantes.

Ahora bien, ¿cuál será su contenido? El museo se centrará en la historia de Sefarad y dará a conocer los orígenes judíos de la Península, así como sus usos, costumbres y tradiciones también en la cultura hispanoamericana. «Será un lugar dedicado al conocimiento. Un espacio acogedor cuya columna vertebral estará fundamentada en atributos como la humildad, la hospitalidad, la generosidad, el positivismo, la santidad de la vida, el respeto al entorno, la globalidad...», afirma la Fundación HispanoJudía en un comunicado. De hecho, creen que una institución así sería un potente antídoto contra el sectarismo y el chovinismo que en ocasiones amenazan el tejido social de nuestro país.

Así, se proyecta un museo que albergará una colección «de piezas de valor histórico incalculable», así como colecciones temporales de la Red Mundial de Museos Judíos y también pertenecientes a particulares. La Fundación, en su memoria del proyecto, citaba la recopilación de escritos sefarditas, libros, poemas, cartas, recetas de cocina, piezas teatrales, canciones... También los trajes, artefactos y objetos de culto con los diseños que inspiraron a aquellos judíos exiliados «pero con el corazón y la memoria en España».

Constituirá un «espacio abierto e innovador» donde convergerán las artes, las humanidades, la educación... Se prevé que se celebren eventos académicos, simposios y conferencias sobre «las fuentes judías de la españolidad», y cómo éstas se relacionaron con otras corrientes religiosas y culturales. También sería un epicentro de los programas educativos del aporte judío a España, con la intención de que se «vertebre con los programas educativos de todas» las comunidades autónomas. Las instalaciones estarán dotadas con la «tecnología punta» de «los mejores museos del mundo».

Y todo ello, señalan desde la Fundación, «en el inigualable emplazamiento de Prado-Recoletos, arropado por algunos de los museos más importante del país y, por tanto, enriqueciendo la oferta cultural» tanto de la capital como de España. De hecho, creen que el Museo beneficiará aún más la asistencia de las pinacotecas con las que comparte zona, ya que el turista interesado por la cultura y la historia tiende a visitar toda la oferta que la ciudad puede ofrecerle.

Arquitectura sin barreras

Desde un punto de vista arquitectónico, la Fundación quiere un museo «abierto a la ciudad y en diálogo permanente con ella y con la vida cotidiana». Así, será un centro «sin barreras, extorvertido», donde confluya y fluya el exterior con el interior: la calle y el vecindario deben «entrar en el edificio, en sus colecciones y en sus historias».

La Fundación cuenta a día de hoy con 59 miembros en su patronato, un Consejo Asesor de nueve personas y más de 2.000 Amigos de España e Iberoamérica registrados en las asociaciones de amigos en Jerusalén, Nueva York, Ciudad de México, Buenos Aires y Panamá. En cuanto a sus contenidos, se proyecta un museo que albergará una colección «de piezas de valor histórico incalculable», así como colecciones temporales de la Red Mundial de Museos Judíos y también pertenecientes a particulares.

El día que Zurbarán llegó a Israel

La labor de la Fundación HispanoJudía también incluye la promoción del arte, que hace por medio del patrocinio de exposiciones. Una de las más aclamadas fue «Jacob y sus doce hijos», que se expuso en 2018 en el Museo Judío de Jerusalén.