Cultura

Los teatros de Madrid podrían abrir a mediados de junio

Andrea Levy se reúne con entidades del sector para acordar una serie de medidas de seguridad comunes

Cierra el comedor social Casa 28 de Madrid
Un hombre ataviado con una mascarilla sanitaria pasa frente al Teatro Lara del madrileño barrio de MalasañaMARISCALAgencia EFE

La delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, se ha reunido con cerca de una decena de entidades con el fin de poner en común las medidas sanitarias y de seguridad que deberán mantenerse en la apertura de los teatros de Madrid.

Levy ha propuesto la creación de dos mesas de trabajo diferentes, que se coordinarán desde el Área. Una centrada en la agenda de apertura para lograr que los espectadores vuelvan a los teatros y así ayudar a que al tejido cultural pueda subir de nuevo el telón. Y otra, que se centrará en la elaboración de protocolo común para la reapertura que apueste por el riesgo sanitario asumible, según informa el Área de Cultura.

La concejala considera que “más importante que hablar de los porcentajes de aforo impuestos por el Ministerio de Sanidad –rechazados por los teatros privados, por inasumibles-” se ha de "establecer un protocolo único con las medidas de prevención necesarias que den la seguridad al espectador de estar en un lugar de riesgo sanitario asumible”.

Por ello, se está estudiando la preparación de una programación para poder abrir los teatros municipales a mediados del próximo mes de junio, antes de la fase 2, con el objetivo de garantizar la seguridad de las compañías y del público.

El Español y las Naves del Matadero

Para lograrlo, será necesario que todos los teatros públicos de Madrid implanten las mismas medidas de seguridad en su reapertura, para testar la respuesta del público y ayudar, de esta manera, a los teatros privados a valorar su apertura en las mismas condiciones.

Desde el Área de Cultura aclaran que, a mediados de junio, solo tienen programación posible el Teatro Español y Naves del Español en Matadero. El Fernán Gómez y Price tenían ya unas obras de reforma previstas, mientras que el Conde Duque no tenía nada contratado.