Policía Nacional

La Policía detiene a Eloy, el alunicero que atropelló a un municipal en un control de vehículos

José Eloy López y un compinche se disponían a dar otro “palo” con un BMW robado cuando fueron sorprendidos por los agentes. Sin embarog, el juez les ha dejado en libertad

Al la izquierda, «El Niño Sáez» con unos amigos. Al la derecha, Jaime Vidal (de negro) y Rafael son dos de los nuevos aluniceros
Al la izquierda, «El Niño Sáez» con unos amigos. Al la derecha, Jaime Vidal (de negro) y Rafael son dos de los nuevos aluniceroslarazon

Esta vez sí robó un coche para salir a “trabajar”. Hasta el pasado 29 de abril, cuando decidió embestir a un agente de la Policía Municipal de Madrid para evitar un control de vehículos, a José Eloy López Sánchez no le constaba ninguna orden de búsqueda policial desde que salió de la cárcel a principios de año. Pero aquel día la volvió a liar. El experto alunicero, criado en la calle Moncada (San Fermín),se llevó por delante a un policía de las UAS (Unidades de Apoyo a la Seguridad), que tuvo que ser trasladado al hospital con numerosas contusiones y la pierna casi destrozada.

Era un control policial situado en Puente de Vallecas para la vigilancia de vehículos durante el estado de alarma. Él, como no viajaba solo ni cumpliendo ninguna de las medidas de seguridad que se exigen durante el confinamiento, prefirió salir a la carrera. De la misma forma reaccionó el pasado 17 de mayo, cuando volvió a ser sorprendido por la Policía. Y es que, lejos de quedarse en casa sabiendo que le buscaban, José Eloy volvió a actuar a los 15 días del atentado contra agente de la autoridad. Tampoco ahora iba solo. Le acompañaba otro “colega” de profesión, Omar Rhouni, empadronado en Vallecas y también un conocido de la Policía.

Los jóvenes delincuentes iban en un BMW X6 con placa KHK, que figuraba como sustraído el 10 de mayo en Torrelodones. Unos agentes de Ciudad Lineal que iban en un vehículo camuflado decidieron hacerle un seguimiento discreto cuando el coche se metió por la vía de servicio de la A-2 en dirección a Canillejas. Ya en la avenida de Logroño, hace la rotonda del revés, apaga las luces y se pone a la altura de otro coche parado en el número 35 de la avenida. Era otro BMW serie 4 de color azul con matrícula terminada en LFS.

De nuevo, intento de agresión a la Policía

Los agentes deciden entonces poner los rotativos al vehículo policial y acercarse a ellos pero José Eloy y Omar emprenden la huida a toda velocidad. Como ya hizo aquel día de mayo con el agente municipal, Eloy trató de embestir al vehículo policial, obligando al agente que conducía a hacer una brusca maniobra para evitar el accidente. Los delincuentes sigue su camino pero al llegar a la rotonda de la M-40 se chocan primero contra una señal vertical de ceda el paso y finalmente contra la valla metálica del Parque Juan Carlos I. Ahí ya no les queda otro remedio que bajarse y huir a la carrera, cada uno por su lado. Dos agentes siguen a cada uno. Omar vestía ropa negra y hasta llevaba una mascarilla verde. Desde luego las medidas de seguridad ante el coronavirus pueden ser una buena excusa para que los cacos se tapen buena parte del rostro. En cualquier caso, sale a la M-40, la cruza de forma temeraria (obligando a muchos coches a dar frenazo) y acaba subido a un árbol del que se descuelga en el Paseo de la Alameda de Osuna, donde finalmente es detenido, según fuentes policiales.

Cargados de herramientas de trabajo

Por su parte, Eloy decide saltar la valla del parque y accede al párking del mismo, donde tras unos minutos es arrestado también por los agentes que intervinieron. Dentro del BMW llevaban todo el material necesario para perpetrar otro robo: una maza, un pico, una cizalla, una llave grifa y cuatro palanquetas además de la herramienta más importante. Se trata de un lector OBD que sirve para poder desbloquear el sistema electrónico de un modelo determinado de coches. Este debía ser de Volkswagen porque Omar también llevaba encima cuatro llaves de coche de esta marca, además de guantes negros de cristalero.

Tras ser detenidos, fueron puestos a disposición judicial y, a pesar de su violencia (ha embestido dos veces a la Policía en 15 días), el juez les dejó en libertad.