Ayuntamiento de Madrid

La reapertura de El Rastro, pendiente del mapa de puestos

Almeida anuncia el regreso para el final de la desescalada. Los comerciantes esperan saber la ubicación de las bancas, ya que, previsiblemente, solo abrirán la mitad y de forma alterna

En sus más de cien años de historias, el mercardillo, uno de los más grandes de Europa, no había cerrado ni siquiera durante la Guerra Civil
En sus más de cien años de historias, el mercardillo, uno de los más grandes de Europa, no había cerrado ni siquiera durante la Guerra CivilJAVIER BARBANCHOREUTERS

El mayor mercadillo de España y uno de los más extensos de Europa empieza a ver la luz al final del túnel. Tras cerca de tres meses cerrado, algo que no había sucedido durante sus más de cien años de historia, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, anunció ayer que El Rastro volverá a funcionar con el paso a la fase 3 de la desescalada. Teniendo en cuenta que la Comunidad de Madrid confirmó también ayer que no pediría el cambio de fase, todo indica que el mercadillo retornaría a la «nueva normalidad» a partir del 21 de junio, fecha en la que expira el estado de alarma.

«Ya se están adoptando todas las medidas para que ir al Rastro sea seguro y se pueda reducir todo riesgo de contagios», señaló el regidor. Una vuelta que será «posiblemente de forma alterna», sin todos los puestos y con aforo limitado.

Hay que recordar que los mercadillos pueden celebrarse con un tercio de su aforo al estar Madrid en la fase 2, mientras que en fase 3 podrán instalarse la mitad de los puestos siempre que se mantengan las distancias y que los consumidores no toquen el género. Si bien estos comercios ya abrieron el pasado 25 de mayo, El Rastro se mantuvo aparte, ya que depende de la Junta de Distrito de Centro.

Mayka Torralbo, coordinadora y portavoz de la Plataforma Estatal de Comerciantes Ambulantes y de la Asociación El Rastro Punto Es, afirmó a LA RAZÓN que se han enterado «por la prensa» de la noticia. De hecho, aseguran que todavía «necesitamos un listado de los puestos, un mapa que nos indique los que actualmente están ocupados o vacantes». Algo que consideran «indispensable para poder cumplir con las medidas de seguridad. Si no, no podemos empezar a trabajar».

¿Y cúales serían estas? Según detalla Torralbo, la propuesta de los comerciantes consiste en repartir su presencia en un 50% de forma alterna cada semana. Esa sería una solución para cumplir con el distanciamiento social indicado en la «Guía de reanudación del comercio ambulante», editada por la Comunidad de Madrid, y que dicta una separación entre puestos de 2,5 metros lineales y seis frontales. Sin embargo, la asociación de vendedores se ha dirigido al Defensor del Pueblo para preguntar por estas condiciones, ya que «no aparecen en ninguna orden ministerial», y para intentar «flexibilizar la distancia entre puestos».

Del mismo modo, piden que se aclare la distancia entre clientes y comerciantes. Cuando entre en vigor la «nueva normalidad», la separación pasará a ser 1,5 metros, no de dos como hasta ahora. Un detalle que será clave a la hora de controlar el nuevo aforo del mercadillo, que previsiblemente será del 50%. El acceso, esperan los comerciantes, será controlado por la Policía Municipal. No en vano, la zona, antes de que estallara la crisis, ya era controlada por cerca de medio centenar de agentes.

En todo caso, señala Torralbo, “la posibilidad del contagio de un virus es 20 veces inferior en un espacio al aire libre que en un ambiente cerrado. Si se toman medidas de seguridad y sanitarias razonbles, no debería haber ningún problema.