Pintura
Colores para la vida
Médico de profesión y artista por afición Covadonga García expone en el Botánico y rinde homenaje a las víctimas del coronavirus
«Quiero brindar mi sencillo y humilde homenaje a todas las personas que se han ido y a sus familias, y en especial a nuestros mayores, las personas que levantaron este país en momentos muy difíciles de nuestra historia, a quienes tanto debemos y tenemos que agradecer, y que se han ido injustamente, con discreción, sin hacer ruido». Covadonga García es médico de profesión y vocación y artista por afición y conjuga medicina y arte. Hasta el 20 de septiembre expone sus acuarelas en el Invernadero de los Bonsáis del Real Jardín Botánico. Cerca de cuarenta obras que descubren a través de pinceladas de luz y color distintos espacios del Botánico, unos más conocidos y otros no tanto, donde refleja la belleza, la diversidad y todas las sorpresas que depara este espacio. «Los colores de esa biodiversidad que en cualquier estación del año despiertan nuestras emociones y sentimientos», señala Covadonga, para quien esta muestra es también «un canto a la vida. El agradecimiento por estar vivos tras la pandemia que ha sacudido, y sacude, nuestras vidas y que tanto dolor ha dejado».
Como otros muchos sanitarios durante el momento crítico de la pandemia del coronavirus, Covadonga, que es médico internista en el hospital de Guadarrama, también sufrió los efectos de esta terrible enfermedad. Cuando comenzó a encontrase mejor, y durante la fase de aislamiento que tuvo que atravesar, terminó alguno de los cuadros como el que figura en esta página: la imagen de un sanitario anónimo abrazando un ramo de los miles de tulipanes que el Botánico donó a varios hospitales y residencias públicas de Madrid. «Unos compañeros me contaron que habían llegado a su hospital tulipanes cortados del Real Jardín Botánico como un gesto de gratitud por nuestra labor. En medio de tanto estrés, de tanta inquietud, ese regalo nos recordó, como dice el título de la acuarela alusiva al momento de la pandemia, que la esperanza, la bondad y la belleza, también existen», recuerda.
Covadonga García dice sentirse orgullosa de sus compañeros, pero también de otras tantas personas que han estado en primera fila en distintos sectores. Con su pintura se ha marcado un objetivo: «Ojalá pueda transmitir con mi obra a quienes visiten esta exposición, un poquito de la ilusión por regresar al disfrute de cada detalle que ofrece este espectáculo natural que es el Real Jardín Botánico, y el agradecimiento por la vida».
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