Piscinas
Propinan una paliza a un vigilante de una piscina municipal de Madrid por llamarles la atención
Cuatro jóvenes esperaron al vigilante a la salida de la instalación y la emprendieron a golpes contra el empleado
Cuatro individuos pegaron ayer una paliza a un vigilante de seguridad de la piscina municipal del madrileño barrio de San Fermín porque previamente les había llamado la atención por su comportamiento incívico en las instalaciones. Según ha informado a Europa Press el coordinador madrileño de Marea Negra por la Seguridad Privada, Rubén Gallego, los hechos tuvieron lugar este martes a las 22 horas, cuando el vigilante en cuestión salía de su trabajo, en la calle San Mario. Allí le esperaban los cuatro individuos a los que había recriminado su actitud y conminado a que abandonaras las instalaciones durante su turno, motivo por el que le amenazaron. La víctima, un joven de 27 años, ha recibido lesiones de importancia por todo el cuerpo, por lo que ha causado baja médica y hoy no ha acudido a su puesto. Los hechos serán denunciados ante la Policía, según ha confirmado la propia asociación.
Marea Negra por la Seguridad Privada se queja del problema recurrente cada verano de las agresiones físicas y verbales a vigilantes de seguridad, que también se extiende a socorristas y otros empleados en piscinas de algunos populosos barrios de la capital. De hecho, llevan presentando esta problemática desde hace tiempo a los concejales presidentes de las Juntas de Distrito y a los concejales del ramo del Ayuntamiento. En lo que llevamos de verano, teniendo en cuenta que las piscinas abrieron el 1 de julio y no a finales de mayo como habitualmente por la crisis del coronavirus, la asociación de vigilantes ha registrado ataques verbales, vejaciones y amenazas de muerte en las piscinas de Orcasitas, Aluche y La Elipa, aunque la más grave ha sido la de ayer en San Fermín. De hecho, el personal de seguridad se está encontrando con más problemas este verano porque se han incrementado las restricciones por la pandemia.
Así, se deben comprar las entradas en Internet, en el césped hay que estar en todo momento con mascarilla, no se pueden cambiar ni duchar en los vestuarios y hay que mantener las distancias de seguridad en todo el recinto. Muchas personas incumplen estas medidas por falta de costumbre o porque simplemente quieren dar la nota. Entonces, los vigilantes les recriminan su comportamiento y los aludidos se enfrentan verbalmente a ellos en algunos casos. Por este motivo, han tenido que aumentar el número de personas, como en la propia piscina de San Fermín, con tres vigilantes este mes frente a los dos del año anterior. Rubén Gallego denuncia también de que muchas instalaciones tienen una vallas perimetrales muy deficientes y algunas personas se cuelan por allí, o que no tienen circuitos cerrados de televisión para poder vigilar todo el recinto convenientemente. Por todo ello, Marea Negra está invitando a todos los Grupos del Consistorio a que comprueben ‘in situ’ los problemas que surgen en las piscinas y “tomen nota y refuercen su seguridad y la de todos los bañistas”.
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