Madrid

Peligro de cierre para el 80% del ocio nocturno

Noche Madrid reclama una reunión inminente con los ministerios económicos

Hay que prepararse mentalmente para los próximos meses de toque de queda
Hay que prepararse mentalmente para los próximos meses de toque de quedaCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

Para ellos llueve sobre mojado y no hay forma de encontrar un paraguas por parte del Gobierno para frenar la tormenta que vienen padeciendo desde el inicio de la pandemia. Después de que el Ejecutivo anunciase este domingo el estado de alarma, y el toque de queda nocturno, tanto Noche Madrid como España de Noche solicitan a los ministerios económicos una reunión urgente y coordinada para activar un plan de choque para proteger a un sector especialmente vulnerable. «Hay que ampliar los créditos ICO; también los ERTE, con exenciones al cien por cien, y quitas en los alquileres, además de un decreto que regularice las relaciones entre arrendadores y arrendatarios. Eso nos permitirá congelar la actividad durante el duro invierno que se nos viene por delante. Es más, necesitamos nuevas líneas de crédito porque los bancos no nos dan liquidez a los empresarios del sector», afirma Vicente Pizcueta, director de comunicación de Noche Madrid. Insiste en que «solo en alquileres, el ocio nocturno en España se gasta 50 millones de euros en un mes y en Madrid el desembolso es mucho más alto».

Pizcueta adelanta a LA RAZÓN que esta semana habrá una reunión con la CEOE y «ya tendría que ponerse en marcha una interlocución con el Ejecutivo central y un plan de choque porque si no esto se va a convertir en un erial. Parece que no se quieren dar cuenta de que Madrid es la capital del ocio en Europa, de los espectáculos, la música en directo, las salas de fiestas y los tablaos flamencos».

Piden el «mismo paso al frente» que dio la Comunidad de Madrid hace menos de quince días cuando publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid que las salas de baile, discotecas y cafés espectáculo, cerrados desde el 14 de agosto, pudiesen realizar labores de hostelería y restauración como las que ejercen los bares, restaurantes y cafeterías, a lo que hay que añadir eventos culturales. También les abría la puerta a seguir habilitando terrazas. Ahí, según Pizcueta, se han encontrado con un escollo: el Ayuntamiento de la capital porque «necesitamos que complemente este plan de medidas, puesto que sigue entorpeciendo la concesión de terrazas, algo que es fundamental para nosotros». A pesar de este contratiempo, la decisión que partió desde Sol supone un balón de oxígeno para el colectivo que, según datos facilitados por los empresarios de la noche, en el primer semestre de 2020, perdieron su trabajo 35.783 trabajadores y 453 empresarios autónomos cesaron su actividad. Lo que intenta el Gobierno de Ayuso con esta iniciativa es parar una espiral que produce vértigo: «Se prevé que de aquí a Navidad a nivel nacional se pierdan el 68 por ciento de los negocios; en Madrid, la cifra se dispara hasta el 80,7 por ciento», apunta Pizcueta.

A efectos prácticos, para entender la vía que ha abierto el Gobierno autonómico, cita la experiencia de un amigo que tiene un bar de copas en Moratalaz. «Me decía: ''Si estoy cerrado no puedo reducir mis gastos, que son 6.000 euros al mes. Sin embargo, si sirvo pinchos, tapas y «brunch» solo pierdo 2.000′'. Los números rojos van a seguir ahí, pero se minimizan algo con los servicios de comida y bebida en horario diurno y vespertino. Es una alternativa, si se quiere un parche –que bienvenido sea para mejorar nuestra capacidad de resistencia– pero necesitamos un rescate real».

Insiste en que se ha errado el tiro con el ocio de noche. El aumento de los contagios hay que buscarlos en otros ámbitos. «Según el informe del 14 de octubre, solo dos brotes estaban vinculados a la actividad de divertimento nocturno. Cinco a botellones y actividades ilegales y 191 a reuniones familiares. El encuentro con amigos y parientes se realizase en los locales porque nosotros estamos más preparados y nuestros profesionales están obsesionados con las medidas de seguridad».

De las pistas de baile ya ni se habla

Fue una batalla que se perdió en mayo. «Parece que bailar se convirtió en un acto criminal», dice Pizcueta. «Durante la desescalada propusimos un acotamiento perimetral, hacer cuadrículas, además de distancia de seguridad. Pero ya no estamos en ello». Ahora lo que toca es insistir en que «somos un dique de contención frente a la pandemia». El toque de queda, desde las 00:00 hasta las 06:00 se ve como inevitable, pero Pizcueta precisa que poder abrir desde las ocho de la mañana hasta las 12:00 de la noche tampoco es la solución más efectiva. Para empezar, se echa a perder unas de las veladas más rentables del año: «Halloween», Nochebuena, Nochevieja y Reyes. Contaban con ello, pero sus cuentas bancarias no. Es verdad que en el día a día hay un cambio de hábitos entre los ciudadanos: «A las siete de la tarde la gente ya está consumiendo cócteles y vermuts, que ahora están tan de moda». Sobre la viabilidad de las terrazas en invierno es optimista: «Cualquiera que haya ido a Berlín o a París sabe que hay afluencia de clientela aunque se esté a cero grados. Hay recursos como las estufas».