Aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero la temporada 2020-2021 de gripe estacional podría registrar niveles de contagio muy bajos. Es verdad que la gripe suele deslizarse y alcanzar su pico epidémico en enero y febrero, pero los datos de las últimas semanas invitan al optimismo. La mayoría de expertos coincide en señalar que las medidas frente al covid -distancia social, mascarilla, reducción de contactos, mayor teletrabajo y lavado de manos- tendrán su impacto a la hora de minimizar los brotes y contagios de gripe durante el próximo invierno.
Los datos de la semana 49 del año, una de la primeras en las que la curva de contagios de gripe suele comenzar a ascender, insisten en la brusca caída de los contagios. En 2019, durante esa semana se registraron 423 casos. En esos mismos siete días de 2020, los casos comunicados a la Consejería de Sanidad han caído hasta los 33. Esto supone un descenso de un año a otro superior al 92%. En lo que va de 2020 -aunque aquí se incluyen los datos del pasado invierno-, los casos de gripe han sido 87.881 frente a los 98.256 de 2019 hasta la semana 49.