Urgencia social

Cada vez más jóvenes en las “colas del hambre”: 27 años

Entre los demandantes más jóvenes de ayudas sociales la edad media ha caído muy por debajo de los 40 años de hace unos meses

Voluntarios de 'Comedores con Alma'
Voluntarios de 'Comedores con Alma'Servicio Ilustrado (Automático)JESÚS HELLÍN/EP

La pandemia tiene un rostro humano. La de aquellos que han enfermado y fallecido, y la de tantos que se han empobrecido a causa del Covid. El Ayuntamiento de Madrid ha constatado la caída en la edad de los demandantes de ayuda social en un año marcado por una imagen propia de otras décadas, las ‘colas del hambre’, paliadas en parte por la solidaridad del tejido ciudadano.

El perfil de las personas que solicitan prestaciones sociales por primera vez al Ayuntamiento de Madrid desde el pasado 16 de marzo, con el estallido de la pandemia, se ha desplomado pasando de una edad de 71 años a la actual de 41, indicaba el director general de Innovación y Estrategia Social, Héctor Cebolla, semanas atrás en una comisión de Familias, Igualdad y Bienestar Social.

Estos datos que maneja el área mediante herramientas demoscópicas vienen a demostrar que desde abril el Ayuntamiento ha detectado tanto un aumento de la demanda de las ayudas sociales como un cambio de perfil con, en palabras del director, “un cierto rejuvenecimiento y un aumento del peso de los hogares con menores a su cargo”. Entre los demandantes más jóvenes de ayudas sociales, la edad media ha caído de los 40 a los 27 años.

SOLIDARIDAD CIUDADANA

También ha sido el año de la explosión de la solidaridad ciudadana, primero con los ofrecimientos espontáneos en las comunidades de vecinos para hacer la compra o adquirir medicinas a los mayores y vulnerables en las primeras semanas de confinamiento, para después pasar a redes vecinales más organizadas.

Cientos de madrileños comenzaron a acudir a la sede de la Asociación de Vecinos de Aluche (AVA), donde se registraban colas casi kilométricas para recoger una bolsa de comida donada, un ejemplo que se expandió por todo Madrid llegando allí donde no lo hacían las administraciones.

La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) distribuía a finales de diciembre un total de 4.000 raciones de comida a las despensas vecinales de alimentos y redes de apoyo mutuo de los barrios dirigidas a familias en situación de vulnerabilidad.

También la FRAVM ha continuado con el reparto de las 600.000 mascarillas quirúrgicas procedentes de una donación de las empresas Red Pop y Aikon Logist, compañías de distribución de material individual y de logística y transporte, respectivamente.