Al Nuevo Año de la mano de Strauss

Después de un año terrible cuyo eco se pierde, por fin, en el tiempo y que solo podría definirse haciendo acopio de una ristra de palabras tristes, las notas alegres de Johann Strauss o Hans Christian Lumbye parecían iluminar, por momentos, las sonrisas enmascaradas de los asistentes al Concierto de Año Nuevo del Teatro Real que organizan LA RAZÓN y la Fundación Excelentia. Gracias al patrocinio de Telefónica y Santander, los espectadores pudieron disfrutar de un repertorio que, desde los clásicos, supo condensar en sus dos horas de duración el espíritu de los primeros acordes del año. Bajo la rítmica batuta de Kynan Johns, que dirigió con brío los vientos y, sobre todo, los momentos donde brillaba la cuerda durante el concierto, los valses y polkas del viejo continente retumbaron en las paredes del templo operístico con ánimos renovados. Desde la «Obertura» de «Caballería Ligera» de von Suppé, hasta la demandada «Marcha Radetsky», pasando por la polka «Tik-Tak», un Real con el aforo limitado que cumplía con todas las medidas de seguridad disfrutó como nunca en un ambiente familiar en el que la principal ambición, tanto del público como de la Orquesta Clásica Santa Cecilia, era subir el ánimo colectivo de cara al nuevo año,