Contrato pionero
Perros vigilantes mantienen a raya a los grafiteros en el Metro de Madrid
La compañía del suburbano regional contrata a Security Dogs por 2,4 millones para evitar ataques de intrusos
La compañía Metro de Madrid confía en los perros de seguridad para frenar de raíz los actos vandálicos en sus trenes. Desde finales de diciembre un total de 13 recintos están vigilados por estrechos binomios vigilante-perro de la empresa Security Dogs que se hizo con el concurso público el 28 de noviembre para realizar el servicio durante cuatro años por un total de 2,4 millones de euros. y trabaja en Metro junto a Segurisa.
«Para poder desarrollar este trabajo antiintrusismo en las zonas de patrimonio de Metro, los perros han aprendido a detectar las posibles intrusiones a unos 200 metros antes de que surgiesen, ello gracias a la ayuda de su olfato», indican desde las empresas de seguridad.
La empresa adjudicataria también trabaja con el Real Madrid para evitar agresiones de masas en su estadio, y su Asociación Mariscal es la responsable del Proyecto Pepo, qu proporciona perros de asistencia a mujeres victimas de violencia de género. Las razas de los perros que trabajan en Metro también están muy estudiadas. « Por ejemplo, los perros molosos que se cansan más pronto van a estaciones más pequeñas, y los de raza pastor belga malinois que necesitan más actividad están asignados a los recintos más grandes, o los muy ladradores donde no hay gente cerca».
La presencia de los perros es siempre disuasoria. «Un perro bien entrenado puede repeler junto a su guía una agresión de 20 personas sin problema. La imagen disuasoria de un vigilante con un perro es impresionante, eso es lo que buscamos en este servicio, no queremos enfrentamiento de ningún tipo, porque un perro de seguridad lo que hace es que no haya enfrentamientos entre las personas», recalcan.
El método de trabajo de estos perros en caso de intrusión, «siempre es con bozal de impacto, el vigilante se lo pone para no lastimar a un tercero». Security Dogs cuenta en su empresa desde los inicios con la figura del defensor del bienestar animal, una persona que vela a diario por los perros. En el caso de Metro, pasa estación por estación para comprobar que los agentes caninos estén físicamente en perfectas condiciones para desempeñar su función. Como complemento estos animales se someten a una revisión veterinaria mensual aunque no la necesiten.
Mientras que un vigilante tiene que estar sus ocho horas de servicio, el perro puede descansar en cualquier momento que lo necesite. «Los vigilantes tienen la potestad de si el perro está cansado, dejarlo descansar, la premisa con la empresa es que el perro descanse siempre».
El trabajo de los perros de Security Dogs en Metro en realidad comenzó hace más de dos años cuando en 2018 los responsables del suburbano, cansados de actos vandálicos y grafitis en sus trenes que le costaban un millón de euros largos anuales, optaron por desarrollar un proyecto piloto de cuatro meses para comprobar la efectividad de los canes en sus instalaciones.
Security ganó entonces también el concurso y sus binomios demostraron que «de ser estaciones con un montón de intrusiones se pasó a cota cero». Tras este éxito rotundo en una época en la que los grafiteros hacían su agosto en los vagones del suburbano de la capital, Metro optó por hacer un contrato millonario a «perros» para proteger sus estaciones donde guarda los vagones: Aluche, Canillejas, Cuatro Vientos, Fuencarral, Hortaleza L1, Hortaleza L4 y ML1, Laguna, Loranca, Puerta de Arganda, Sacedal, Valdecarros, Ventas y Villaverde, según consta en el pliego del concurso público.
Dogs se adelantó a esta posible decisión futura de Metro y en 2019 decidió preparar a conciencia a sus binomios. «Los vigilantes no solamente hicieron el curso de guía canino de 20 horas que obliga la ley, sino que les dimos formación de adiestrador y venían a trabajar con perros asiduamente para aprender este desarrollo táctico», matizó el responsable de la empresa Ángel Mariscal en su día. Así cuando finalmente llegó el concurso, la inversión de Security Dogs en formación de sus vigilantes dio sus frutos.
«En Metro Madrid tenemos que cubrir perímetros exteriores, y la mejor herramienta que podemos utilizar es el olfato del perro». Una de las premisas que Security Dogs exige a sus trabajadores para el servicio que sea, es que los perros vivan en casa con ellos. «En nuestra empresa si quieres ser vigilante de seguridad y trabajar con nosotros, tú tienes que tener el perro en tu casa, tiene que vivir contigo, y por supuesto ser amante de los perros».
✕
Accede a tu cuenta para comentar