Robregordo

La alcaldesa de un pueblo de Madrid de 48 habitantes se sube el sueldo un 64% en plena pandemia

La regidora de Robregordo argumenta que se trata de una cuestión muy simple: dignificar el trabajo que realiza

En Robregordo, en la Sierra madrileña, hay una única parada, según confirma la regidora, la socialista María Cano
En Robregordo, en la Sierra madrileña, hay una única parada, según confirma la regidora, la socialista María Canolarazon

¿Quién dijo que en los pueblos nunca pasa nada? Pasa lo mismo que en otros lugares. Y los protagonistas -en este caso que nos ocupa, políticos-, se asemejan a tantos otros de ciudades, diputaciones, consejerías o asesorías de alcaldes, regidores, diputados o el cargo público que se tercie.

En este caso hablamos de un pueblo. Una localidad pequeña, de poco más de 40 habitantes. Bastante bien avenidos... hasta que se les toca el bolsillo. El caso es que el portavoz del Partido Popular en Robregordo, que así se llama este pueblo de la Sierra de Madrid, Juan González Pelazas, ha denunciado esta semana a la alcaldesa socialista de la localidad, María Cano. La primera edil se ha subido el sueldo un 64,28% y, claro, pensarán ustedes, «ha pedido su dimisión». Pues sí. Ha pedido su dimisión.

Asegura González Pelazas que, en menos de un año, la retribución de la regidora ha pasado de 14.000 a 23.000 euros anuales divididos en 14 pagas. El político de la oposición, dispuesto a sacarle los colores a la vecina Cano, considera que es «intolerable e inadmisible» en plena crisis económica y social por el Covid este dispendio. Y es que en Robregordo se conocen todos. Allí no es nada fácil ponerle un sueldo de miles de euros a la niñera de tus hijos a cargo de los presupuestos, pongamos por ejemplo. El caso es que González va más allá y acusa a Cano de «haber falseado los datos en un documento público» para ocultar la publicación de la retribución, así como de omitir el voto sobre el tema en el tablón de anuncios de la localidad, según indican los populares en nota de prensa.

Desde el Partido Popular se lamentan que este incremento salarial no se haya destinado a cubrir las necesidades de los poco más de 40 vecinos que residen en este municipio.

Y como esto es cosa de dos. Mal avenidos por el parné -y un punto de desvergüenza, si la hubiera o hubiese-, la alcaldesa ha querido salir al paso de estas acusaciones y ha reconocido la subida salarial, pero ha precisado que se hizo porque su retribución anterior «era bastante baja», unos 800 euros mensuales. «Estaba por debajo del salario mínimo», ha dicho.

Asegura que la decisión la tomó tras varias consultas, y en el fondo se encuentra la intención de dignificar el trabajo que hace ella como alcaldesa, al servicio de lo público. Precisa además, que su subida está contemplada en la ley, donde se marcan unos parámetros sobre los sueldos de los regidores en función de los habitantes de las localidades que gobiernen, y el suyo está dentro de esos límites. Es más, afirma que lo que cobra es un 50% de lo que fija la ley que podría percibir. «Podría cobrar más, pero no lo hago, no lo considero justo», asegura. «Gracias», habrán dicho sus vecinos. Sobre las acusaciones de ocultar o falsear información, Cano dice que la subida salarial está publicada en el tablón municipal y en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Recuerda que en las actas municipales sí aparecen detallados los votos... pero en el Boletín Oficial nunca se indica ese dato, sino «si la aprobación ha sido por mayoría absoluta, simple…», indica.

Sea como fuere, los vecinos, solidariamente, deberán aportar con sus impuestos al mantenimiento de esta servidora pública. Y contentos, que podría habérselo subido más -según dice-, pero por dignidad no lo ha hecho. Una vez más, gracias. Muchas gracias.