Izquierda
El poco carisma de Gabilondo, la agresividad de García y el egocentrismo de Iglesias
Radiografía de los cabezas de cartel del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos en unos comicios que ven como la oportunidad de conformar un bloque alternativo a Ayuso
Gabilondo: amable pero sin carisma ante ¿una batalla perdida?
Ángel Gabilondo no es el protagonista de su candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Su iniciativa política va dos pasos por detrás de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso. Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales, de la Universidad San Pablo CEU, se pregunta «¿en qué momento Gabilondo dejo de ser importante para Sánchez? Hace dos años, afirma, ganó las elecciones aportando seriedad, sosiego, calma y unas formas educadas y amables que fueron ampliamente recompensadas por los electores». En estos momentos, en opinión de Jiménez, «dos años después se le ha convertido en un candidato soso, aburrido, sobrepasado, de otro tiempo». Por su parte, Ana Sofía Cardenal Izquierdo, profesora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), apunta sobre el candidato Gabilondo que es «poco ruidoso». Enmarca al cabeza de lista del Partido Socialista «como un candidato moderado, que pone énfasis en las políticas públicas. Es más creíble en lo que afecta a la gestión de la pandemia». En lo negativo para su candidatura a la Comunidad de Madrid, afirma que «Gabilondo es un candidato poco carismático».
Por su parte, a juicio del analista político Manuel Mostaza Barrios, responsable global de Asuntos Públicos en Atrevia, apunta sobre Ángel Gabilondo que «es un candidato experto y sosegado, en medio de una campaña emocional y muy polarizada. Para el analista Mostaza Barrio «es un candidato que transmite una imagen que en un escenario de menos polarización podría atraer a los votantes desencantados de Ciudadanos e incluso a los de perfil más centrista del Partido Popular. Su problema es que –podríamos decir–, es un buen candidato en unas elecciones que no son las suyas».
García: más cercana que Gabilondo y agresiva con sus rivales
Sin duda, es la gran sorpresa de la izquierda madrileña. Con sus pros y contras. La candidata de Más Madrid, Mónica García, ha protagonizado una campaña en el que reivindica la política cotidiana frente a la política de confrontación. Ana Sofía Cardenal Izquierdo, profesora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), apunta que Mónica García «es una gran candidata, muy creíble en todo lo que tiene que ver con la gestión de la pandemia». Respecto a sus debilidades, para la profesora de la UOC, «claramente, es una candidata muy poco conocida. Le pasa un poco como a Edmundo Bal. Mónica García no es una política profesional. Esto sin duda juega en su contra».
Por su parte, Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales, de la Universidad San Pablo CEU, asegura que «está haciendo la mejor campaña de los partidos de izquierda. Tiene un punto de agresividad contenida muy del gusto de sus potenciales electores, más cómodos con este discurso duro de medidos toques populistas que con el radicalismo impostado de Podemos». A juicio del analista Manuel Mostaza Barrios, responsable global de Asuntos Públicos en Atrevia, la candidata de Más Madrid, en positivo apunta que «se ha dado a conocer durante la legislatura y ha liderado en cierta manera la oposición a la presidenta desde la izquierda». «Su reivindicación de un proyecto autónomo de Podemos puede ser del agrado de votantes de la izquierda desencantados con la deriva de la formación morada». En cualquier caso, «la falta de proyección nacional de su marca electoral puede jugar en su contra en unas elecciones que se están leyendo en escala nacional».
Iglesias: carisma y oratoria frente a soberbia y egocentrismo
La presentación de Pablo Iglesias como candidato de Unidas Podemos, sumado a su adiós al Gobierno, añadió al 4-M algo más que mero «morbo»: unos comicios regionales que adquirían la condición de referéndum nacional. Hay un punto fuerte que ni siquiera sus detractores le niegan: la comunicación. «Desde sus orígenes políticos se ha reconocido que Pablo Iglesias es un comunicador efectivo», afirma a LA RAZÓN Eduardo G. Vega, profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Vega explica que «ha conseguido situarse en primera línea de la política prácticamente desde la nada, y para eso hay que ser capaz de persuadir a parte de la sociedad».
«Es plenamente consciente de la importancia de la comunicación durante la campaña como elemento capital. No da puntada sin hilo», opina por su parte Pedro Marfil, profesor de la UCJC, politólogo y miembro de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), Esta cualidad acaba originando otra: la solvencia. «Su formación y conocimientos le dan argumentos a la hora de debatir y confrontar ideas», analiza. «Tiene un carisma indiscutible, mantiene un discurso inteligente, lo argumenta y sabe sustentar sus afirmaciones», señala Ana Sofía Cardenal.
Para Vega, hay otro factor favorable. «Es el único candidato que es el líder nacional de su partido, algo que le concede cierta ventaja, especialmente ante los medios». ¿En qué tiene margen de mejora? Uno de sus «pecados» sería el de la soberbia. «Peca al considerarse la voz de ’'la gente’', obviando que las opiniones son diversas y que no se halla en conocimiento de la verdad absoluta», explica Marfil. No hay que olvidar tampoco, recuerda Cardenal, que «es un candidato que polariza muchísimo, dentro y fuera de la izquierda, con muchos enemigos en ambos lados».
Por otro lado, la frontera entre el liderazgo y el personalismo es fácil de cruzar. «Iglesias es el dueño y señor de su partido, como ha quedado demostrado en las luchas internas, en las decisiones importantes, en designaciones políticas, y también en su actitud», dice Vega.
Importante también es su competencia: Más Madrid. «Concurre contra un rival directo en su electorado, y parece que le van ganando la partida pese a que buscaba recortar esa diferencia». Vega cree que «Mónica García asestó un duro golpe con su forma de rechazar la candidatura conjunta con la baza del feminismo». Y, por el momento, la formación morada «no remonta contra la de Errejón». «Más Madrid es un punto débil de Iglesias», concluye Vega.
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