Congreso regional
La victoria del 4-M impulsa a Ayuso hacia la Presidencia del PP de Madrid
Los populares de la región celebrarán un cónclave para renovar su dirección en otoño de este año o el invierno de 2022. El resultado electoral cosechado por la presidenta limita la capacidad de los que apuestan por mantener la bicefalia
Las elecciones del 4 de mayo han consolidado el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso como presidenta autonómica. Sus 65 diputados en la Asamblea de Vallecas anticipan dos años de gestión cómoda –más, al menos, de la que pudo llevar a cabo al frente de la coalición compartida con Ciudadanos– y un horizonte en el que será relativamente sencilla la aprobación de leyes y presupuestos, previa negociación con Vox. Un aval a su papel institucional que, indudablemente, también tendrá consecuencias en la estructura del PP de Madrid. Aunque desde su entorno insisten en señalar que aún no ha llegado el momento de abordar el debate en torno a las decisiones que Ayuso podría tomar antes de la celebración del congreso regional, el incontestable respaldo recibido en las urnas suponen un impulso decisivo a su intención, nunca declarada abiertamente en público, de presidir el partido en la región.
De momento, no hay fecha para ese congreso. Su celebración podría concretarse entre el otoño de este año y el invierno de 2022. Fuentes próximas a la presidenta reconocen que «todavía no toca» abordar esta cuestión. «Es algo que se tendrá que decidir en su día», añaden. Sin embargo, lo sucedido en los últimos dos meses en la política madrileña lo ha cambiado todo. Desde la movilización de las bases en las mesas informativas desplegadas en todos los distritos y los municipios hasta la imagen de los mítines de la campaña electoral. Y todo ello coronado por un resultado espectacular en los comicios autonómicos, con el doble de los diputados que ella misma consiguió hace dos años.
En el seno de la formación, sin embargo, se enfrentan dos visiones poco compatibles sobre cómo debe ser el funcionamiento interno a partir de ahora. De un lado, se encuentran aquellos que apuestan por la continuidad de la estructura bicéfala actual. Similar a la del PNV o a la que el propio PP tuvo en la etapa anterior a la llegada de Esperanza Aguirre a la primera planta de la calle Génova. Actualmente, Pío García Escudero es el presidente del PP de Madrid y Ana Camíns la secretaria general. Y este sector apuesta por mantener esta estructura. Es decir, que del próximo congreso salga una dirección en la que la Presidencia orgánica de la formación no esté ocupada por la persona que está al frente de la Comunidad de Madrid, en este caso, Ayuso. El consenso entre los defensores de esta bicefalia consideran que Camíns sería la persona más preparada para asumir el liderazgo del PP de Madrid.
Es el modelo que públicamente también ha defendido siempre el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. «Con Pío García-Escudero de presidente y Ana Camins de secretaria general, me siento muy cómodo. El partido está funcionando. Después de años complicados, ha recobrado la ilusión con Isabel de presidenta y, más modestamente, conmigo de alcalde», reconocía a LA RAZÓN en una entrevista el pasado enero.
Frente a ellos se encuentran quienes consideran lógico que Ayuso, como Aguirre o Cifuentes, sea la próxima presidenta del partido en la comunidad autónoma. «Génova no va a tener capacidad para impedir que Ayuso lidere el partido», reconocen también desde dentro del PP de Madrid. Son fundamentalmente dos los argumentos de los que apuestan por la conveniencia de que Díaz Ayuso dé el paso para asumir este reto. En primer lugar, lo sucedido el 4 de mayo. En segundo término, advierten del agravio comparativo que supondría respecto a lo que ocurre en el resto de comunidades autónomas en las que los populares gobiernan, tanto en coalición con Ciudadanos, como en Galicia, la única con un Ejecutivo monocolor del PP hasta ahora. No en vano, Alberto Núñez Feijóo, Fernando López Miras, Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno Bonilla compatibilizan su responsabilidad al frente de los gobiernos de Galicia, Murcia, Castilla y León y Andalucía, respectivamente, con el liderazgo del PP en sus regiones.
Algunos de los más veteranos en el PP de Madrid recuerdan el «error» cometido por el entonces presidente regional Alberto Ruiz-Gallardón al no asumir el liderazgo de la formación autonómica de forma paralela. Una circunstancia que llevó aparejado un cierto descontrol y frecuentes descoordinaciones entre la agenda y la acción de gobierno liderada desde la Puerta del Sol y el funcionamiento del partido a nivel municipal.
¿Y los alcaldes?
Numerosos alcaldes y dirigentes locales del partido consideran, no obstante, que nunca como hasta ahora había funcionado tan bien el partido a nivel interno y destacan la labor de Camíns en la consecución de este objetivo. Ponen en valor que se hayan realizado más de 5.000 actos durante la precampaña y la campaña a lo largo de los 179 municipios. «Ayuso no tiene el control del partido y Camíns lo ha puesto a funcionar como un reloj», reconoce el regidor de uno de los municipios próximos a la capital gobernados por el PP. Después del verano, quizá Ayuso desvele sus planes de futuro. De momento, tras el 4-M, se ha resistido a dar pistas cuando se le ha preguntado: «El PP de Madrid es mi casa», se ha limitado a contestar.
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