Si circula por Madrid con un vehículo más contaminante de lo habitual, es posible que en los próximos días le llegue un aviso a su domicilio. El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha el primer radar que mide las emisiones de tráfico rodado. Se trata de un proyecto piloto en el distrito Centro impulsado por el Áreal Delegada de Innovación y Emprendimiento que permite medir si un vehículo es contaminante y detectar la velocidad y la aceleración.

La cabina medidora de emisiones tiene un funcionamiento similar al de un radar. Gracias a su cámara incorporada, es capaz de identificar la matrícula del vehículo a través de un haz de luz infrarrojo y ultravioleta que cruza la calzada.

¿Dónde está instalado el radar?

El aparato todavía es un prototipo, pero “detecta la matrícula, identifica al conductor y las emisiones del vehículo”, según ha explicado Ángel Niño, titular del Área Delegada de Innovación y Emprendimiento. La cabina está instalada en la calle Prim, junto al paseo de Recoletos, y permanecerá allí durante 45 días “para conocer la radiografía de los vehículos que acceden a la zona de bajas emisiones del distrito de Centro”, tal y como ha indicado el Ayuntamiento. “Estamos ante el primer sistema de teledetección en tiempo real de partículas contaminantes de vehículos con tecnología española”, ha añadido Niño. El contrato de compra pública precomercial de los servicios de I+D fue adjudicado a dos empresas: la UTE OPUS RSE-EYSA y la UTE RIO Madrid.

El proyecto se encuentra en fase 2, y sus pruebas se extenderán hasta finales de junio. El radar lleva operativo casi 40 días y, en ese tiempo, ha detectado más de 67.000 vehículos, de los cuales un 77% son turismos. Desde el inicio del proyecto, el 4,7% de los vehículos que han circulado a su paso son vehículos sin distintivo ambiental, responsables del 29% de las emisiones totales del tráfico en ese punto.

¿Pone multas?

Por el momento, el uso de la cabina es de carácter informativo. El Ayuntamiento está valorando remitir la información obtenida por el radar a los propietarios de los vehículos “para que tengan conocimiento fehaciente del nivel de emisiones de sus vehículos”, ha confirmado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. El objetivo es que los tiulares tengan “un mayor compromiso medioambiental” y verifiquen esas emisiones en la ITV.

El apato es móvil, por lo que a lo largo del año se instalará en otros puntos de la ciudad para elaborar un mapa más detallado de la contaminación del tráfico rodado. La telecabina, además, permitirá el desarrollo de la Ordenanza de Calidad del AIre y Sostenibilidad, aprobada el pasado 30 de marzo, que obliga a los conductores a realizar una revisión puntual de su vehículo en las ITV cuando existan sospechas de que sus emisiones son elevadas.