Ayudas

Seis meses de Filomena: Madrid aún no ha recibido ni un solo euro por los daños

El Ayuntamiento puede modificar el informe dirigido al Gobierno central por los prejuicios ocasionados por el temporal hasta el próximo 19 de julio

El centro de Madrid nevado por el temporal causado por la borrasca Filomena. Puerta del Sol.
El centro de Madrid nevado por el temporal causado por la borrasca Filomena. Puerta del Sol.DAVID JARLa Razón

Justo ahora, con un fin de semana por delante que se prevé sofocante y con con temperaturas cercanas a los 40 grados, se cumple medio año de aquel episodio meteorológico que nos dejó helados y paralizados durante más de una semana. A estas alturas del pasado mes de enero, la borrasca bautizada como «Filomena» no solo acreditó la fama con la que venía precedida, sino que superó cualquier expectativa. Rompió récords. Los primeros avisos llegaron justo el último día de 2020: las previsiones meteorológicas alertaban de una borrasca profunda, cuyos efectos empezarían a notarse el día de Reyes, y que podía derivar en una nevada histórica, cebándose sobre todo en el centro peninsular. La realidad es que, en apenas 30 horas, cayeron sobre la capital 1.250.000 kilos de nieve, equivalentes a 22,3 millones de metros cúbicos. Unas cifras equivalentes a colocar una fila de camiones de 40.000 litros de capacidad de Madrid a Bruselas. A esto se añadió otro fenómeno meteorológico, desconocido en la capital desde los años 40 del siglo XX: temperaturas de gasta -10 grados, lo que convirtió a la nieve caída en una enorme y peligrosa masa helada.

Zona catastrófica

Aquel Madrid blanco e inédito dejó imágenes que nos acompañarán por mucho tiempo. De la incomodidad e incluso miedo iniciales se pasó a la práctica de deportes de nieve sin salir de la almendra central. Ahora bien, lo que también dejó Filomena fueron enormes daños materiales. Algunos de ellos difícilmente reversibles. Entre estos últimos, el temporal supuso un «arboricidio» como nunca antes vivió la ciudad de Madrid: alrededor de 800.000 árboles afectados y unos 80.000 perdidos.

El Gobierno central, a través del Consejo de Ministros, aprobó aquel mismo mes de enero la declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil para todas aquellas zonas que habían sufrido el azote del temporal. Es decir, lo que antes se conocía como «zona catastrófica». A partir de ese momento, el Ejecutivo se comprometía a dotar con crédito suficiente una convocatoria de subvenciones destinada a compensar a las entidades locales afectadas por los gastos extraordinarios que debían asumir para afrontar las reparaciones necesarias.

Con ese ánimo, el Ayuntamiento de Madrid remitió a la Delegación del Gobierno las actuaciones que se necesitaban afrontar para reparar los destrozos de Filomena en las infraestructuras, equipamientos, instalaciones y servicios de titularidad municipal. Unos desperfectos cuantificados en 279 millones de euros, de los cuales 230,17 se correspondían con 742 actuaciones notificadas por las áreas, distritos y empresas públicas en los bienes municipales y los otros 48,8 millones pertenecían a actuaciones inaplazables, acometidas para paliar la situación de emergencia provocada por la borrasca.

El resultado, a día de hoy, y según confirman a LA RAZÓN desde fuentes municipales, es que el montante recibido por parte de del Gobierno central se reduce a cero. Por el momento, ni un solo euro en ayudas. Con todo, desde el Consistorio son conscientes de que este tipo de créditos llevan una serie de tiempos no precisamente raudos, por lo que esperan que la tónica se corrija en los próximos meses.

En todo caso, desde Cibeles señalan también que, el próximo 19 de julio termina el plazo fijado por el Gobierno central para «modificar los gastos notificados». Dicho de otro modo, el Ayuntamiento, hasta esa fecha, cuenta con la posibilidad de corregir la cifra a medida que se fueran evaluando los daños causados por Filomena, ya que los 279 millones suponían una estimación inicial. Así, desde el equipo municipal presidido por José Luis Martínez-Almeida señalan a este diario que la cuantía será más elevada de la ya conocida, si bien aún no pueden confirmar la cifra.

En lo que respecta a los 230,17 millones procedentes de las actuaciones, destacan los 110 millones del coste de reparación de las aceras y vías públicas; los 74 millones por los daños al arbolado de las zonas verdes de la ciudad; y los 45 millones por los estragos sufridos por edificios, equipamientos e instalaciones municipales. De ellos, 13 millones corresponden a instalaciones deportivas, 4,7 millones a establecimientos docentes y 2,5 millones a instalaciones culturales.

En lo que se refiere a las «actuaciones inaplazables», valoradas en 48,8 millones, se trata del coste invertido para paliar la situación de emergencia. Unas actuaciones entre las cuales destacan los 36 millones de euros destinados a la revisión de daños y actuaciones de tala y poda sobre el arbolado, sobre todo con vistas a evitar situaciones de riesgo para personas y bienes. También se destinaron 10 millones a la limpieza viaria y la retirada de hielo y nieve de calzadas y aceras, así como, 1,9 millones para facilitar el acceso seguro a colegios e instalaciones deportivas.

Hay que recordar que estos costes, comunicados entonces a la Delegación del Gobierno, se circunscriben a las actuaciones que pueden ser objeto de las ayudas que convocará el Gobierno, como se exigía en las instrucciones remitidas. Así, estas cantidades no comprenden la totalidad de los gastos que tuvo que asumir el Ayuntamiento de Madrid por la borrasca Filomena. Por ello, quedaron excluidas las actuaciones ejecutadas con medios propios del Consistorio ya sean materiales –tales como maquinaria o herramientas– o humanos –entendiendo por estos el personal contratado con anterioridad a los hechos causantes–. Prueba de ello fue la ampliación en 170 plazas de los «centros del frío», superando las 660, el máximo jamás alcanzado. Un logro que fue posible también gracias a la colaboración de Metro de Madrid. De forma excepcional, cedió sus dependencias en cuatro estaciones de la capital: Atocha (o Estación del Arte), La Latina, Ópera y Tirso de Molina. Por ellas pasaron alrededor de un centenar de afectados.

Por otro lado, tampoco se incluyen en ese informe los costes globales derivados por la borrasca y que supusieron un duro golpe económico para el tejido comercial y empresarial de la ciudad. O mejor dicho, uno más, ya que se sumaba al causado por la pandemia. De forma global, el Consistorio cuantificó en 998 millones la caída del consumo por la «práctica paralización de la economía» de la ciudad, tal y como recordó el pasado enero la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Y es que, al contrario de lo que sucedió en las épocas de confinamiento estricto, en esta ocasión no estaban disponibles ni siquiera los servicios de entrega a domicilio. De hecho, poco después de que la borrasca mostrara su cara más cruda, se produjeron desabastecimientos puntuales en algunos comercios de la ciudad. Unos momentos en los que muchos madrileños revivieron aquellos días de marzo previos a la declaración del estado de alarma.