El PSOE se abre a negociar las cuentas con Ayuso para evitar la presión de Vox sobre las leyes LGTBI

El secretario general de los socialistas madrileños y portavoz del PSOE en la Asamblea,Juan Lobato, se ha mostrado dispuesto a abrir una negociación con el PP para frenar la posibilidad de que haya una modificación de las leyes LGTBI que la Cámara regional aprobó en 2016 cuando Cristina Cifuentes era presidenta de la Comunidad de Madrid. Precisamente esta normativa autonómica se está revisando ahora y forma parte de la negociación de los Presupuestos para 2022 de la Comunidad de Madrid después de que una de las exigencias de Vox para apoyar las cuentas de Díaz Ayuso sea la derogación de estas leyes.

En este sentido, el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, ya avanzó en una entrevista a LA RAZÓN que el Ejecutivo regional está dispuesto a hacer «cambios profundos» en esta normativa para conseguir el apoyo del grupo de Rocío Monasterio, imprescindible para sacar adelante el presupuesto del próximo año. «Vox nos ha dicho que para ellos es una cuestión central, importantísima, y nosotros le hemos dicho que estamos dispuestos a hablar de ella y a avanzar en cambios muy profundos en esas en esas dos leyes de 2016», subrayó el consejero.

El secretario general de los socialistas madrileños ha asegurado a través de las redes sociales que «entendemos la debilidad del PP en Madrid, pero no deben condicionar algo tan importante como los Presupuestos a cesiones a Vox, mercadeando con libertades y derechos». Es por esto por lo que «ofrecemos acordar ampliamente los Presupuestos de 2022 con unas líneas claras», ha expresado el dirigente del PSOE-M a través de su cuenta de Twitter.

Lobato propone un nuevo modelo de desarrollo basado en la economía del conocimiento y en la creación del empleo de calidad, además de «una nueva sanidad pública y un nuevo modelo de residencias» y un sistema tributario «ordenado y progresivo, limitando las actuales políticas de privilegios fiscales dirigidas al 1% de grandes patrimonios», entre otras propuestas.

Días antes, el diputado socialista Santiago Rivero, apuntó que las leyes LGTBI «no son revisables», sino que «se aceptan, se desarrollan y se cumplen. Lo que tienen que hacer no es revisar las leyes sino establecer los protocolos para que se cumplan, especialmente en el ámbito sanitario y en el educativo», después de subrayar lo «intolerable» que supone el hecho de que haya listas de espera de más de seis años para la cirugía de personas trans.

Asimismo indicó que el Grupo Parlamentario socialista no va a aceptar «un revisionismo de los derechos ya adquiridos de la manos de la ultraderecha Vox, que lo que quiere es arrebatarnos esos derechos que tanto nos ha costado conseguir».

El empeño de Vox

A la formación que lidera Rocío Monasterio uno de los asuntos que más le chirrían de las leyes LGTBI que están vigentes en Madrid desde 2016 es que no se respete la presunción de inocencia y que una persona que haya sido acusada de discriminación tenga que ser la que demuestre que no ha cometido esa acción (inversión de la carga de la prueba).

También rechaza que se pueda sancionar a los profesores porque expliquen, por ejemplo, el modelo de familia constituido por un padre y una madre e ignore otros. «Estas leyes basan su exposición de motivos en la autodeterminación, que quiere decir que tu voluntad está por encima de todo, que niegan el hecho biológico y dicen que tú no naces ni hombre ni mujer, que puedes ir cambiando según desees», aseguró recientemente la portavoz de Vox, Rocío Monasterio en una entrevista a LA RAZÓN.