Sucesos

Madrid: así evitó una pistola táser el asesinato de una mujer y su hijo en Vallecas

Su ex pareja y padre del niño los retenía en casa, amenazándolos con un cuchillo

Imagen de dos de las armas que reclama el SUP para todos los agentes
Imagen de dos de las armas que reclama el SUP para todos los agenteslarazon

Las pistolas táser, incorporadas por el Ayuntamiento de Madrid a finales del año pasado, ya han salvado una vida. Puede que incluso tres: una mujer, su hijo de un año y un amigo que les acompañaba. Un armamento de electrochoque, diseñado para incapacitar a una persona mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas, lo que confunde a los músculos motores, principalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo de forma temporal.

Los hechos ocurrieron esta madrugada en un bajo de la calle Ramón Calabuig (Puente de Vallecas). Según informa el Área de Seguridad y Emergencias que preside Inmaculada Sanz, el agresor, de nacionalidad nicaragüense, ex pareja y padre del niño, se presentó en el domicilio de la mujer con claros síntomas de embriaguez y dando gritos. La mujer le pidió que bajara la voz, ya que el bebé estado durmiendo. El ahora detenido agredió a la mujer con un cinturón, golpeándola en el costado y, armado con un cuchillo de cocina, amenazó con matarla a ella y al bebé. Al intermediar un amigo de la mujer, que convive con la misma en su casa, logró huir y encerrarse en una de las habitaciones.

Desde allí, la agredida llamó a una amiga, que a su vez llama a la Policía, presentándose de inmediato varias patrullas de la Policía Municipal, con dos agentes equipados con los dispositivos electrónicos de control (táser). Sin embargo, el agresor se atrincheró en casa, cerrando la puerta blindada de entrada. Pese a ser un bajo, tampoco por las ventanas se podía acceder, ya que están instaladas varias rejas en las mismas. Tras intentar hablar con él durante al menos una hora, lograron que abriera una de esas ventanas. En ese instante, amenazó con clavarse el cuchillo y suicidarse y también con matar a los agentes que se atrevieran a entrar.

Tras varios minutos instando al agresor a que depusiera su actitud, el agresor se acercó a la ventana y, tras poner los brazos en cruz y proferir lo que parecían imploraciones, se llevó la chaira a la yugular presionando sobre ella.

Fue en ese instante cuando uno de los agentes, tras ser autorizado por sus superiores, aprovechó para descargar el dispositivo electrónico de control, que incapacitó al agresor, cayendo al suelo. Posteriormente, fue necesaria una segunda descarga.

El otro varón, que estaba encerrado en la habitación junto a la mujer y el bebé, salió de la misma para intentar abrir la puerta, algo que no consiguió por el estado de nervios en el que se encontraba. Finalmente, los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid facilitaron la entrada al domicilio al romper una de las rejas de las ventanas.

De momento, son 150 los ejemplares de pistolas táser a disposición de las diferentes Unidades Integrales de Distrito. Para su uso, los agentes reciben formación específica en el CIFSE. Además, los dispositivos electrónicos de control llevan aparejadas unas cámaras que se activan al desenfundar la táser para recoger imágenes de uso. Antes de que acabe el año se recibirán 92 nuevos táser, y en el primer trimestre otras 108. Así, el año que viene la Policía Municipal contará con un total de 350.