Memoria Histórica
El Gobierno cubre con telas en Madrid al mejor muralista del siglo XX
Exteriores censura la obra de Stolz, el pintor que salvó el Prado en la Guerra Civil, por el águila franquista que pintó en el antiguo INI
Las pinturas de Ramón Stolz en la antigua sede del antiguo Instituto Nacional de Industria (INI), en la Plaza del Marqués de Salamanca, ahora sede del Ministerio de Exteriores, del que el historiador y crítico de arte Enrique Lafuente Ferrari llegó a decir que era «el mejor fresquista español desde el siglo XVIII», no podrán verse. Exteriores pretende deliberadamente ocultarlas con telas formando una especie de falso techo para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Históricay evitar que alguien pueda verlas.
Se trata de tres pinturas de colores terrosos que representan una alegoría del momento histórico en el que fueron pintadas, una de las cuales es una impresionante águila de San Juan en escorzo (integrada en el escudo de los Reyes Católicos y vigente en el escudo que aprueba el Gobierno de Suárez en 1977) que sostiene entre sus garras el escudo oficial de España durante la época franquista.
Las intenciones del Gobierno de Pedro Sánchez han quedado plasmadas en la respuesta que ha dado Exteriores a un pregunta formulada a través del portal de transparencia por el diputado del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid Pedro Corral, que se interesaba por los planes del Ministerio ante el futuro incierto de las mismas.
Exteriores deja claro que no retirará las pinturas, pero instalará un sistema de «telas colgadas a partir de una serie de perfiles de aluminio perimetrales que servirán de bastidor con espacios para ventilación interior (20 mm). Este sistema no interactuará en ningún caso con las pinturas, lo que permitirá su aireación y correcta conservación en todo momento», expone en la respuesta a la que ha tenido acceso LA RAZÓN. Las telas se encargarán de instalarlas un equipo de restauradores.
Tal y como expone el Ministerio, la decisión se lleva a cabo porque «el fresco central contiene un lema de exaltación de la dictadura, a fin de proceder al cumplimiento de la citada Ley 52/2007, de 26 de diciembre de Memoria Histórica y garantizar la conservación y la preservación de las pinturas». El Ministerio se ampara en esta norma para tomar «las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura», añade.
El diputado popular Pedro Corral ha tachado de «injusticia e insensibilidad» la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez. «Celebramos que no las destruyan porque han hecho caso al valor artístico de estas pinturas, pero es terrible que se castigue a este pintor con la censura de su obra en un edificio público cuando serían los primeros que deberían tener la responsabilidad de proteger y difundir su patrimonio que tienen».
Corral duda incluso de que se esté aplicando la Ley de Memoria Histórica. «Tengo la sensación de que tiene que ver más con una decisión arbitraria del señor ministro. No puede haber más señal de ingratitud que tapar la obra de un artista que hizo tanto por el patrimonio español, como es salvar las pinturas del museo del Prado durante la Guerra Civil».
Por la misma razón considera que el acueducto de Segovia habría que taparlo porque «es una exaltación de la esclavitud». Es por esto por lo que considera que sería buenos que estas decisiones las tomaran instituciones independientes como la Real Academia de Bellas Artes, que «seguro que tiene mucho que decir de la protección de la obra de un antiguo miembro de la institución».
Las pinturas se tapan después de haber hecho una limpieza con carácter preliminar, seguida de una limpieza química y un cepillado suave con brochas para eliminar la suciedad acumulada en la superficie del fresco.
Además, se han eliminado con alcohol la suciedad acumulada en las grietas, que han sido selladas con estuco de restauración y se ha procedido a la reintegración cromática de los frescos, en la que se han empleado acuarelas y lápices pastel.
Por último, se ha empleado un spray fijador de carboncillo a modo de protección definitiva, que permite la transpiración del muro y fija las reintegraciones cromáticas. Incluso se ha llegado a hacer un estudio lumínico pormenorizado y se han instalado una serie de luminarias. Todo ello para taparlo con unas telas.
Salvador de obras
Ramón Stolz Viciano (1903-1958) ha pasado a la historia por ser uno de los grandes muralistas del siglo XX. Si hay algo que España le debe al artista valenciano es la salvación de las obras del Prado durante la Guerra Civil al ser uno de los integrantes de la Junta de Protección de Tesoros Artísticos, creada en julio de 1936 para el salvamento de las obras de arte.
En septiembre de 1938 fue nombrado vocal de la Junta Delegada del Tesoro Artístico de Madrid. Stolz sirvió al Gobierno republicano en esa misión. En la etapa republicana formó parte del comité de depuración de los profesores considerados «fascistas» de la Escuela de Bellas Artes de Madrid en la que trabajaba al ser secretario de la misma junto con Manuel Menéndez y Juan Adsuara. Se encargó de hacer informes de todos los profesores, pero no sobre su ideología, sino sobre sus conocimientos, con lo que ninguno de ellos corrió peligro”.
Una vez terminada la Guerra Civil, en el año 1940, pasó por el trámite de depuración franquista. Salió sin ninguna responsabilidad en ese proceso. Llegó a ser catedrático.
✕
Accede a tu cuenta para comentar