Entrevista

Silvia Saavedra: «De 9.000 calles en Madrid, unas pocas tienen conflictos con las terrazas; en esas vamos a actuar»

El Área de Coordinación Territorial, dependiente de Vicealcaldía, aprueba la nueva Ordenanza que permitirá estos apéndices hosteleros, con excepciones, por dos años más

Silvia Saavedra, concejala de Cs y delegada del Área de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana
Silvia Saavedra, concejala de Cs y delegada del Área de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación CiudadanaAlberto R. RoldánLa Razón

Tras la última Comisión, era previsible su luz verde. El Pleno de Cibeles aprobó ayer la nueva Ordenanza de Terrazas. Un texto que sustituye al de 2013 y que permitirá las extensiones hosteleras, las llamadas «terrazas covid», por dos años más. Se trata de un proyecto encabezado por la vicealcaldesa Begoña Villacís, y con el Área de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana como principal motor de las negociaciones entre grupos. En su caso, con la delegada Silvia Saavedra al frente.

La principal crítica por parte de Más Madrid y PSOE, y repetida ayer en el Pleno, es que han sacado adelante la ordenanza sin consultar a los vecinos...

No es cierto. Nos hemos reunido con la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), con la asociación de Retiro Norte, que increpó a la vicealcaldesa... Hemos hablado con entidades vecinales y con los distintos sectores. Esta es una ordenanza muy pensada, muy reflexionada, que intenta llegar al punto medio. Hemos escuchado muchísimo a las asociaciones de vecinos, como la de Chamberí, que estaban muy contentos con las terrazas. Partíamos de puntos distintos. En el caso de la FRAVM, querían que las terrazas estuvieran en zonas sin edificios residenciales. Madrid es una ciudad que tiene sus terrazas desde el siglo XIX. Es una forma de ocio de los madrileños. Sin ellas, seríamos una ciudad «zombie». Los vecinos estaban de acuerdo, por ejemplo, en la elaboración de un mapa de zonas saturadas, porque no todas las zonas tenían que tratarse igual.

¿Se han sentido defraudados con alguien durante la negociación con el resto de grupos?

Sí. Por ejemplo, con el PSOE, que ha adoptado una actitud infantil, a lo «millenial», sin tomarse en serio que son concejales del Ayuntamiento. Convocamos a una mesa a los distintos partidos. El PSOE siempre amagaba con levantarse, sin ningún tipo de razón. En la segunda reunión, se ausentó. Y se justificaron a través de un video que parecía de Tik Tok diciendo que no iban a ir más a la Mesa. No se lo tomó en serio, ni tampoco la fase de alegaciones. Se han instalado en el «no es no» sin ningún tipo de argumento. Las terrazas son para todos los vecinos. Y los hosteleros también son vecinos.

¿Vox ha sido otra decepción?

Se han instalado en una política de meterse con el alcalde y con la vicealcaldesa. Es muy cómodo quedarse en el chiste fácil y no ponerse a trabajar. Se lo dije a ellos: la España que madruga es también la que acude a altas horas de la noche a Mercamadrid. Son muchísimos empleos. Creo que, en su corazoncito, querían votar a favor de este texto y no lo han hecho por razones partidistas y estratégicas.

Y la sorpresa positiva, Recupera Madrid...

Siempre han tenido voluntad de diálogo y voluntad de trabajo. Se lo han tomado muy en serio: tenía que haber un acuerdo y, para eso, teníamos que trabajar todos juntos. Ayudaron en la definición de conceptos, como el de zona saturada. Y eso se lo agradezco.

Precisamente, se pasó de hablar de zonas «tensionadas» a «saturadas». ¿Por qué razón?

Nos parecía más correcto el término. Tú saturas cuando ocupas mucho espacio público. Y tensionar es algo que se refiere más a un conjunto de elementos. Hicimos una Mesa para intentar mejorar el texto. En las mesas intervinieron dos urbanistas de renombre, José María Ezquiaga y Alfonso Vegara. Nos dijeron que así encajaba mucho más. El concepto de zona saturada, a mí, personalmente, me gusta más. Describen mejor la realidad de las terrazas. Las hay que ocupan mucho espacio público, y si hay otros elementos que acompañan a esa ocupación, es ahí cuando la administración tiene que intervenir.

El mapa de esas zonas está hecho. Podemos decir entonces que ya hay determinadas zonas de Madrid en las que las «terrazas covid» van a desaparecer...

Tenemos un «pre mapa». En el mapa de zonas saturadas, que se ha hecho con todos los datos disponibles en el portal de datos abiertos, se han reflejado las terrazas con sus ampliaciones. Y las ampliaciones de las «terrazas covid» van a desaparecer. Ahora, tenemos que adecuarlo a la realidad. Este «pre mapa», elaborado por Coordinación Territorial, fue remitido a los distritos para que vean si se adecúa a la realidad, teniendo en cuenta que estas ampliaciones se acaban el 31 de enero. Y muchas de ellas, unas 1.800, van a volver a su huella natural. Es un indicativo para que trabajen. Después, nos dirán si se corresponde con la realidad. De ahí que se haya abierto un plazo de dos meses para presentar el mapa de zonas saturadas.

¿Por qué considera que urgía renovar la anterior ordenanza, de 2013?

La ordenanza de 2013 no resuelve ciertos problemas vecinales, que en realidad se producen en unas pocas calles de Madrid, pero que causan mucho daño al descanso vecinal y que generan problemas de convivencia. Viendo la ocupación que hay en la acera, y uniendo otros requisitos –por ejemplo un elevado tránsito peatonal, o la cercanía a un centro de mayores o a un servicio de urgencias– serán los técnicos los que nos digan si hay un problema medioambiental. Será entonces cuando se considere una zona como saturada. Las terrazas que estén en esas zonas van a tener sonómetros, para que los hosteleros se puedan autorregular y ver si cumplen la normativa. En segundo lugar, el distrito puede no conceder más autorizaciones de terraza en esa zona porque está saturada. O bien limitar los horarios de funcionamiento y que las terrazas cierren antes, porque se están generando molestias. Son muchas medidas y son quirúrgicas y concretas. Madrid tiene más de 9.000 calles. Y solo unas pocas en las que ha habido conflicto vecinal. En esas actuará el Ayuntamiento. La herramienta de las Zonas de Protección Acústica es muy lenta. Tarda dos años en aplicarse y requiere muchísimas mediciones y requerimientos técnicos. Los vecinos, lo que quieren, son soluciones en el presente. Ese mapa permitirá incluir una zona que empiece a ser problemática.

Según ese «pre mapa», ¿qué zonas serían susceptibles de considerarse saturadas?

Por ejemplo, la zona de Menéndez Pelayo. O el Barrio de los Metales, en Arganzuela. Pero insisto: hablamos de zonas susceptibles de ser estudiadas, para ver cómo se actúa sobre ellas.

¿Y Ponzano?

Ponzano tiene una particularidad: es Zona Ambientalmente Protegida (ZAP). Hemos estudiado el tema de las bandas de aparcamiento y, aunque sea provisional, hemos establecido que no se puede ocupar un 80% o más del espacio de esas bandas. Entendemos que un 40% es algo más razonable. En Ponzano vamos a llegar a un acuerdo para reducir el tamaño de las terrazas.

La ordenanza establece la figura del «mediador». ¿Cómo va a funcionar?

Es un «responsable de terraza». Si hay un problema y un vecino se queja, podrá hacerlo ante un responsable del local. Siempre deberá haber una persona que atienda reclamaciones. Además, deberá estar vigilando que se cumplan las normas, que no se creen aglomeraciones... Que haya un control de la normativa.