Madrid

El conflicto con los VTC, aparcado

El sector del taxi lamenta que se haya pospuesto en la reunión con Díaz Ayuso la principal amenaza que tienen sobre la mesa

Un conductor revisa la aplicación de Cabify en su vehículo
Un conductor revisa la aplicación de Cabify en su vehículoQuique GarciaAgencia EFE

La sensación en el gremio del taxi es la de haberse quedado a medias. Por un lado, reinó un ambiente dialogante, se escucharon sus reivindicaciones y se han apuntado algunas mejoras. Pero, por otro, consideran que el principal problema, la concesión de las licencias para los VTC, se ha quedado aparcado. Al menos, hasta que la Comunidad desarrolle una normativa independiente al paquete de medidas que se anunciaron ayer.

Así lo confirmó a LA RAZÓN Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi. «Siempre es positivo poder sentarse durante dos horas y media con la presidenta, no con terceros. También lo es el abrir un canal de comunicación, con la posibilidad de reunirnos a cualquier días y a cualquier hora. Es positivo que se haya planteado una batería de medidas, algunas de cara a la galería y otras interesantes... Pero de lo que no hemos salido contentos es de lo planteado con los VTC», señala Sanz a este diario.

El sector considera prioritario abordar el problema «de estas modalidades que no son un servicio público». Y es que se pretenden «habilitar 8.400 autorizaciones» para que estos vehículos puedan «realizar servicios urbanos». Sanz recuerda que, en estos momentos, los VTC gozan de una moratoria que finalizará el próximo mes de septiembre, de forma que pueden atender clientes en la ciudad. Sin embargo, de aprobarse esas autorizaciones, «estaríamos muy lejos del ratio 1/30 exigido por ley: un VTC cada treinta taxis. De hecho, señala Sanz, con esas licencias, la proporción se quedaría solo en 1/2.

En esa línea, desde la Federación consideran que el sector del taxi «no puede absorber 8.400 VTC más. Ahora mismo, deben prevalecer los intereses de más de 25.000 familias que tributan aquí, no en paraísos fiscales». Y es que se dan casos, denuncia, de personas que acumulan hasta mil licencias de VTC. «La presidenta dijo en una ocasión que perder un trabajo es una desgracia, pero que perder una empresa es una tragedia. En este caso, son muchas las familias que dependen de su taxi», asegura Sanz.

Líneas rojas

Por ello, cree que se deben poner sobre la mesa cuestiones como la «precontratación» del servicio, obligatoria para las VTC pero que ahora mismo no se está cumpliendo, porque cualquier ciudadano puede contratar uno de estos vehículos prácticamente al instante. «Hay que diferenciar claramente los servicios. Nosotros hemos acortado nuestros períodos de trabajo para adecuar la oferta con la demanda. El mundo del taxi se ha comportado de forma extraordinaria», añade.

En su opinión, estas son las cuestiones que quedan aplazadas para futuras reuniones sobre el anteproyecto. Por lo menos, salen con la sensación de que «no va a haber líneas rojas, todo es susceptible de hablarse».