Medio Ambiente

Un plan para limpiar “la escombrera del sur” de Madrid

El Ayuntamiento de Leganés estudiará la instalación de cámaras que graben las matrículas de los coches que se internan en los vertederos ilegales

Una antigua fábrica abandonada en la frontera de Leganés con Alcorcón se ha convertido en una escombrera
Una antigua fábrica abandonada en la frontera de Leganés con Alcorcón se ha convertido en una escombreraJesús G. FeriaLa Razon

Desde hace tiempo, los populares de Leganés, capitaneados por Miguel Ángel Recuenco, vienen denunciando el estado de abandono en el que se encuentran numerosos solares de su municipio por la acumulación de basura. Hasta el punto de lamentar que Leganés se haya convertido en una suerte de «escombrera del sur». Vertederos ilegales en la antigua fábrica de Polvoranca (en la imagen sobre estas líneas), ahora abandonada, por ejemplo. O en las proximidades del polígono industrial Legatec. O cerca del Islazul. A la degradación y el abandono se suma el riesgo de incendios en estas zonas. «A grandes vertederos, grandes remedios», aseguró Recuenco en un pleno municipal reciente al que su grupo llevó una batería de medidas que tienen el objetivo de revertir esta situación.

La aprobación por unanimidad de la iniciativa subraya dos cosas: que la política municipal, cuando de verdad baja al terreno de las preocupaciones de los vecinos, es la más útil, y que el consistorio, gobernado por el PSOE, ha llegado tarde en esta cuestión. De hecho, hace ya semanas que el PP anunció su intención de trasladar a la Fiscalía de Medio Ambiente la situación en la que se encuentran estos vertederos ilegales. Ahora, tras el acuerdo suscrito por todos los grupos, lo más urgente es que la concejalía de Medio Ambiente se ponga manos a la hora y cumpla con el dictamen del pleno. Que implica que el Ayuntamiento limpie todas estas parcelas, incluso las que son de titularidad privada. También se estudiará la instalación de cámaras que graben las matrículas de los coches que se internan en estas zonas, mayoritariamente rústicas.

Aunque hay quienes se sospechan que, tras el acuerdo del pleno, no se hará nada. De momento, la receta parece clara: remangarse en este asunto desde la Alcaldía, más limpieza, más vigilancia y más disuasión. Veremos.