De Ucrania a la Gran Vía: el hotel de Madrid que abre sus puertas a los refugiados

Desde que comenzase la guerra entre Rusia y Ucrania hace semanas hemos podido ver cómo la Comunidad de Madrid se ha volcado y movilizado con la causa. Hace sólo unos días, el Hospital Enfermera Isabel Zendal se convirtió en centro logístico de ayuda a Ucrania habilitando sus cinco mil metros cuadrados para centralizar recursos. El pasado de viernes, el Zendal también recibió a decenas de familias con niños procedentes de la frontera con Polonia.

Según las previsiones del Gobierno, se espera una llegada masiva de refugiados de origen ucraniano y por ello, el consistorio madrileño ha comenzado la movilización ante su llegada. El primer paso ha sido el planteamiento de una gran oferta de centros de acogida en la región, con la apertura la semana pasada en Pozuelo de Alarcón, del primero de los tres centros de recepción que, junto al de Alicante y Barcelona, canalizarán la primera acogida de emergencia y la tramitación de los papeles de los desplazados por la invasión rusa. Sin embargo, si fuese necesario a corto plazo, la Comunidad también contempla la posibilidad de firmar conciertos con algunos hoteles para el uso de habitaciones para alojarlos a su llegada así como viviendas del parque público de la región.

En este contexto, la Confederación Española de Hoteles (CEHAT) ha sido la primera en hacer un llamamiento al sector para que pongan a disposición para este fin. Según ha sabido LA RAZÓN, la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH) se ha sumado a esta llamada que ha extendido desde sus cerca 900 socios en toda España hasta los no asociados. Así lo ha confirmado el presidente de AEDH Madrid, Manuel Ruiz, director también del Hotel Mayorazgo, el primero en ofrecer sus servicios a disposición de las autoridades competentes. «Somos aparte de empresas con ánimo de lucro, grandes activos de las ciudades y en concreto este hotel tienen un programa de responsabilidad social corporativa muy importante donde intentamos contribuir a que haya una sociedad más equitativa, más igualitaria y más feliz», confiesa a este periódico y aseguran estar a la espera de ver cómo evoluciona la situación y de las indicaciones que puedan recibir. Pero la colaboración de este hotel madrileño ya ha comenzado, pues a comienzos de la semana pasada recibieron la llamada de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou en la que les solicitaron sets de aseo para la recogida de 56 mujeres y niños en Ucrania. «Sin dudarlo, preparamos tres cajas con estos “kits” para que cuando subiesen a ese autobús pudiesen utilizarlos y estamos dispuestos a colaborar en todo lo que esté en nuestra mano», detalla Ruiz.

Desde el Hotel Mayorazgo son conscientes de que lo más probable es que los hoteles más próximos a estos grandes centros, mencionados antes, tengan prioridad para la recepción de los desplazados. «Si finalmente solicitasen nuestra ayuda, no tendremos ningún problema en ver nuestra disponibilidad y poner a su disposición todo lo necesario», asegura. Este hotel ubicado en plena Gran Vía cuenta con 200 habitaciones, un centro de convenciones y congresos con cinco salas y espacio suficiente para albergar un comedor para 400 personas. Es un hotel independiente y familiar que no pertenece a ninguna gran cadena hotelera ni tienen ningún tipo de aportación económica externa, lo que hace que cada ayuda, por pequeña que sea suponga un gran esfuerzo para el establecimiento.

También fue uno de los que se volcó durante de la pandemia ofreciéndose hasta el último día como hotel refugio. Por eso, y porque el conflicto entre Ucrania y Rusia les toca muy de cerca, no han dudado en hacerlo en esta ocasión. «Halyna, una de nuestras empleadas es ucraniana y hace algo de quince días nos pidió vacaciones para irse a la guerra. Ha recogido a su familia que vive en Kiev y se han ido a su pueblo natal que está al este», señala Ruiz y asegura tener contacto diario con ella, «ahora mismo está preparando comidas para los soldados en un colegio y tejiendo telas de camuflaje». Para el Hotel, Halyna es su imagen a seguir y su acicate para para contribuir en esta acción social que forma parte de un abanico de iniciativas humanitarias que hacen durante todo el año y que no son ni más ni menos importantes que esto.