El “descontrol” de Barajas con la Covid causó 600 muertos en cuatro meses en Madrid, según el PP

El en aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha habido una «auténtica falta de control» de la Covid-19. Es la tesis que ha venido manteniendo la Comunidad de Madrid y que ayer defendió la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, en la Comisión de Investigación sobre la posible incidencia de la entrada del virus a través del aeropuerto en la Asamblea de Madrid. Y lo basó en el hecho de que entre los meses de enero y abril de 2021 solamente se estudió al 7% de los viajeros que entraron a la Comunidad de Madrid por vía aérea con un test de antígenos del más de medio millón registrado.

De este modo, si se extrapolase esta cifra a la proporción de positividad de todos los viajeros teniendo en cuenta que en aquel momento la variante predominante de covid-19 era la británica, la alfa, en un més habrían entrado por vía aeroportuaria 350.000 personas contagiadas con el virus, según Andradas. Eso teniendo en cuenta que la proporción de asintomáticos es del 35 al 50% con las anteriores variantes, frente a la actual, la ómicron, que presenta un porcentaje muchísimo mayor, del 90%.

Pero el portavoz adjunto del PP en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, fue ayer mucho más allá al asegurar que «entre enero y abril de 2021 los casos no detectados en Barajas han supuesto potencialmente más de 50.000 ingresos hospitalarios y más de 600 fallecidos».

Aunque los datos exactos nunca se podrán saber por la ausencia de controles, «cada persona que se contagiaba de covid-19 en aquella fecha tras ocho ciclos de contagio, suponía el contagio de trece mil personas», señaló. Sin embargo, «eso multiplicado por más de quinientas mil personas que pasaron por Barajas, de las cuales solo el 7% fueron objeto de control, significa muchos miles y miles de contagios».

El popular recordó el informe publicado por Fedea, según el cual «haber actuado con una semana de antelación por parte del Gobierno de la Nación cuando estalla la pandemia, hubiese supuesto una reducción del 64 % de los contagios y, proporcionalmente, el número de fallecidos».

Andradas quiso dejar claro que todas las nuevas variantes han entrado por las fronteras y, mayoritariamente, a través del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Solo en 2020, llegaron a Madrid por esta vía 17 millones de viajeros y los controles que se hicieron fueron «poco eficaces» al limitarse en aquel momento a control visual y de temperatura.

La directora general de Salud Pública detalló durante su comparecencia que la primera persona contagiada que entró en Madrid por vía aérea y que cumplía todos los criterios para considerarse un caso fue el 25 de febrero de 2020. Sin embargo, aseguró que ya se tenía la sospecha de que miles de personas podrían haber llegado con anterioridad contagiadas, una circunstancia que en ese momento era imposible de demostrar porque se carecía de pruebas diagnósticas.

Andradas recordó que, desde el primer momento, desde la Comunidad de Madrid se reclamaron medidas de control al Gobierno de España y, en concreto, al entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa. La primera petición se hizo el 13 de mayo de 2020; la segunda el 10 de junio, cuando el Consejero de Sanidad madrileño reclamó por carta pruebas de detección, como PCR y cuarentenas. Pero no todo quedó aquí. El 17 de junio remitió otra misiva con idénticos argumentos y, al sentirse ignorado por el Gobierno central, el consejero volvió a enviar otra el 22 de julio en la que expresaba su preocupación y ponía énfasis sobre la importancia de restringir vuelos a la vez que se reclamaban medidas y se ofrecía colaboración, tal y como relató Andradas.

El viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, también refrendó la idea de que el control en el aeropuerto «se hizo tarde y no bien. Ha repercutido, lo tengo claro, en los infectados en Madrid», sentenció en la comparecencia.