Patrimonio

La vandalizada Paloma de la Paz alza de nuevo el vuelo en el Parque Tierno Galván

El Ayuntamiento restaura un monumento inaugurado hace más de tres décadas

Escultura de la Paloma de la Paz en el parque Tierno Galván
Escultura de la Paloma de la Paz en el parque Tierno GalvánGonzalo Pérez MataLa Razón

Si intentamos rastrear el origen de su simbolismo, nos embarcaríamos en un viaje de más de 2.000 años de historia. Desde la mitología griega, pasando por el Antiguo Testamento, la paloma blanca ha quedado grabada en nuestro imaginario no solo como un icono de pacifismo, sino también de esperanza. Menos años tiene la que podemos encontrar en el Parque Tierno Galván. Fue en 1988 cuando el entonces alcalde de Madrid, Juan Barranco, inauguró un monumento ejecutado por Francisco Barón Molina. De carácter abstracto y realizada con mármol blanco, se situó en la denominada plaza de la Paz, uno de los lugares centrales de este parque del distrito de Legazpi.

Sin embargo, nuestra Paloma de la Paz llevaba años lastrada por el deterioro. Y sobre todo, por la vandalización. Su «trecandís», el mosaico de piezas de mármol que la acompañaba, así como las gradas que rodeaban a la escultura, presentaban multitud de grafitis, así como un montón de suciedad acumulada de varias décadas.

Ahora, esta singular escultura ha vuelto a alzar el vuelo. La Dirección General de Patrimonio Cultural, perteneciente al Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, ha finalizado un proyecto de limpieza y restauración. Un proyecto valorado en más de 23.000 euros y que ha llevado un mes de ejecución. Así, se ha renovado el trecandís concéntrico a la escultura y se ha adecuado el suelo y las gradas del monumento. El resultado, una pieza de más de treinta años de historia que mantiene intacto su mensaje. Y es que, hoy, más que nunca, necesitamos de símbolos que, como éste, nos inviten a la reflexión.