Una bolera, una iglesia o un tren: estos son los restaurantes que no lo parecen en Madrid

Después de la pandemia, salir a comer fuera de casa se ha convertido en uno de los planes favoritos de muchos madrileños pero bien es cierto que desde hace años la región es punto de referencia para los amantes de la gastronomía. Muchas son las personas que vienen solo a degustar los restaurantes de alto nivel con los que cuenta la capital, repetir experiencia en los más emblemáticos o descubrir sus nuevas aperturas. La amplia variedad gastronómica con la que cuenta Madrid es un hecho, pero bien es cierto que en los últimos tiempos la capital ha sufrido un auge de nuevas aperturas y muchas de ellas, de lo más originales. Muy diferentes entre sí, pero en las que los comensales tienen asegurada vivir una experiencia inolvidable. El simple acto de comer ya ha pasado a mejor vida, pues los apasionados del arte culinario exigen una experiencia de cinco sentidos que no les dejes indiferente.

¿Imagina degustar platos ítalo-castizos en lo que antiguamente fue una capilla masónica? Esto es posible en pleno corazón de la capital desde el pasado mes de noviembre, en la que también fue sede oficial de la Bolsa de Madrid con anterioridad. Ubicado en el número 12 de la calle de la Bolsa, Caluana destaca no solo por su única y maravillosa estructura, una antigua capilla del siglo XVI, sino también por su carta y los espectáculos en sintonía con el exquisito diseño del local que se pueden presenciar ocasionalmente. El espacio cuenta con dos plantas de restauración y una de coctelería. Primero podemos encontrar «El Olivar», ubicado en la antigua capilla, la cual fue rescatada y re-decorada siguiendo el estilo de las villas de la Toscana durante el periodo del renacimiento italiano, pero con un toque moderno e informal. En la segunda planta encontramos «El Invernadero», que cuenta con su propia barra y tres espacios acogedores llenos de vegetación para transmitir la sensación de un auténtico invernadero.

Por último, pero no menos importante, cuenta con Maldita Gioconda, el área de «Lo Scantinato» en la cueva subterránea. Ésta antigua bóveda que conecta con los pasajes subterráneos utilizados durante la Inquisición, ahora acoge una preciosa barra de coctelería, liderada por el destacado bartender Daniel Álvarez. Una propuesta de coctelería en armonía con la propuesta italocastiza y diferente a cualquier otra, basada en las sensaciones que quiere vivir cada cliente que se encuentra frente a esta peculiar carta. Caluana pretende llevar la cocina italiana al mundo castizo, creando una combinación de platos exquisitos e incorporando incluso algún secreto familiar, que llevarán los sabores más típicos a otro nivel.

Recorrido por las películas que marcaron su vida

Cada vez son más los restaurantes que en sus cartas dan espacio a los cócteles y muchos son los establecimientos que apuestan por ellos cómo protagonistas de su oferta gastronómica. Este es el caso de Camerino Cocktail Bar, un bar restaurante dónde el calificativo «de cine» nunca tuvo más sentido. Llevando la línea cinematográfica del hotel Dormir D Cine, ubicado en el número 87 de la calle Príncipe de Vergara, el barman Guillermo Serrano y su hermano, el chef Joaquín Serrano, han unido sus talentos para crear una propuesta de coctelería y gastronomía de película. Con una propuesta visual rompedora, apoyada con la vajilla del artesano Piñero, es el factor llamativo del local, pero las verdaderas estrellas son los sabores que se encuentran en estas y por su puesto los clientes que las deleitan, los verdaderos protagonistas de esta película. Para elaborar su extensa carta, Serrano se ha inspirado en un recorrido a través de las películas que marcaron su vida. Partiendo de la infancia, como «Aladdin» con sus sabores morunos. La adolescencia con Jordi ENP y una reversión de un Porn Star Martini. Y su adultez con «El Padrino» y su versión del Banana Daiquiri de los Corleone o el Leche Plus, inspirado en Alex Delange y sus yugos. Sabores refrescantes, deliciosos y que logran trasladas a quienes los beban a vivir un momento de película.

Si es de los que le gusta viajar en el tiempo, un viaje diferente, sin moverse de Madrid es posible en la «estación de los sabores» o gracias a la historia de Benito Celestino en Hoyo de Manzanares. El vagón de Beni es el sueño de su propietario quien tuvo la brillante idea de reformar un antiguo vagón de tren, con el fin de rememorar los antiguos coches restaurantes «Wagon Lits» en donde la comida, el placer de viajar y el lujo se mezclaban. Tras adquirir el primer vagón en 1989 y restaurarlo en sus ratos libres, fue cinco años después cuando comenzó su andadura como restaurante. En la actualidad cuenta con cuatro espacios distintos: El Vagón 1931, El Vagón Alfonso XIII, El Apeadero, La Chimenea del vagón. Disponen de diferentes menús y una extensa carta en la que ofrecen una cocina tradicional actualizada, ajustando las cocciones y cuidando al máximo las presentaciones.

De una inesperada estación de tren con vagones de época convertidos en restaurante descubrimos una bolera clandestina en el Hotel Bless de Madrid. Sí, dentro de este hotel de cinco estrellas se esconde Fetén, un bar clandestino en el que poder echar una partida de bolos, disfrutar de una amplia carta de cócteles y dónde poder picar algo. Pese a que abrió sus puertas en 2019, muy poca gente lo conoce. También es el lugar ideal para los amantes de la alta cocina, pues dentro del hotel se encuentra Etxeko de Martín Berasategui.

Para no dejar de sorprenderse, el centro de ocio ubicado en la Estación de Chamartin–Clara Campoamor cuenta con la pista de patinaje más grande de la capital que recientemente ha abierto un restaurante. Rolling Dance & Burger asegura una experiencia completa: una jornada de patinaje en una pista de más de 900 metros cuadrados y degustar la gastronomía típica americana (hamburguesas, perritos calientes, ensaladas o postres). Durante toda la semana el establecimiento programa diferentes sesiones de música con su dj residente y días especiales, como los miércoles que cuenta con su oferta 2x1 o el «family day» que celebran los domingos a partir de las 18:00.