Historia

El Obradoiro de Madrid: la cantera de la que surgió la catedral de la Almudena

El templo capitalino dedicado a la Virgen suma en su construcción materiales de Alicante, Colmenar de Oreja y Orense, entre otros, trabajados a los pies de la catedral

Canteros en la Almudena
Canteros en la AlmudenaAyuntamiento de Madrid

“Cuando la catedral de la Almudena se vea terminada será un templo de notables dimensiones, con un cuerpo principal de 99 metros de largo y casi 25 de ancho, y un crucero de 66 metros. Si se tiene en cuenta que la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid encajará como prolongación de esta superficie, el templo contará por tanto con un magno escenario natural para la celebración de multitudinarias concentraciones”... esta era la idea, el sueño de aquellos que levantaron la catedra madrileña. O mejor dicho, de quienes la finalizaron, permitiendo que fuera consagrada un 15 de junio de 1993 por el papa Juan Pablo II en el transcurso de su cuarto viaje a España.

Construida muy cerca del emplazamiento de la anterior y muy antigua iglesia de Santa María de la Almudena, que se levantó a su vez sobre una mezquita, la catedral está dedicada a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid. Una antigua historia y un empuje nuevo, renovado durante siglos que han hecho posible un templo que aúna a numerosas provincias de España en su construcción.

Así, desde aquel 4 de abril de 1883, cuando el rey Alfonso XII puso la primera piedra del nuevo edificio, que sería la futura catedral de Madrid, en unos terrenos que, por mediación de la reina María de las Mercedes de Orleans, muy devota de la Virgen de la Almudena, fueron cedidos por el Patrimonio real en 1879, muchos participaron en su construcción.

La catedral se continuó con fuerza a partir de 1911 con la denominada piedra de Novelda (Alicante). Esta piedra es una caliza que se clasifica como biocalcarenita, al estar formada por una acumulación de restos de fósiles (foraminíferos, moluscos, briozoos, etc.) y presenta un tono crema. En la zona de balaustrada se utilizó piedra procedente de Colmenar de Oreja (Piedra de Colmenar). El arquitecto Chueca Goitia finaliza la cúpula con piedra de Bateig (Alicante), similar a la piedra de Novelda al proceder de la misma formación geológica y de las mismas áreas de extracción. La cubierta está construida con pizarra procedente de la cantera de Valdemiguel, en Carballeda (Orense).

La portada principal con sus dos torres es de granito de la Sierra de Guadarrama, en donde resalta la presencia de gabarros de gran tamaño, procediendo posiblemente la piedra de canteras localizada en la zona de Zarzalejo (Madrid). La portada hacia la calle Bailén muestra por el contrario una menor cantidad de gabarros, siendo el granito de tono más blanco. Ambas fachadas presentan cornisas, basas y capiteles de columnas y ornamentación en piedra de Colmenar, siguiendo la construcción tradicional de Madrid y copiando las trazas y estilo del Palacio Real de Madrid, localizado frente a la portada principal de la catedral.

Además, los sillares del zócalo y de las bases de las columnas fueron realizados con piedra dolomítica (dolomicrita) que provenía de la localidad de Baides, en la provincia de Guadalajara. La fachada, con tonos blancos y vetas rosadas está hecha con calizas micríticas veteadas de Portugal y la parte más ornamental de la portada está realizada con una caliza oolítica también portuguesa. Un compendio de materiales, muchos de ellos trabajados, obrados, a las puertas del templo, como sucedió en el Obradoiro de Santiago de Compostela, que alumbraron una de las últimas catedrales levantadas en España. O quizá no la última.