Madrid
El nuevo entorno de Doctor Esquerdo «pierde» 42 toneladas de paso elevado
El Ayuntamiento prosigue con la demolición del puente de Pedro Bosch, en Retiro
En menos de un año –aproximadamente nueve meses–, la ciudad de Madrid no solo dirá adiós al último de sus pasos elevados: el puente de Pedro Bosch, en el distrito de Retiro. También estrenará la reurbanización del entorno de la calle Doctor Esquerdo: desde Ciudad de Barcelona hasta la glorieta de Conde Casal, ya sin paso elevado, el tráfico pasará a discurrir exclusivamente a cota de rasante en la calle. Y, en lugar del puente, los vecinos, según ha prometido el Ayuntamiento de la capital, contarán con un espacio urbano diáfano, sin barreras de hormigón. De hecho, hablamos de dos actuaciones urbanísticas que se solapan en el tiempo. Se están ejecutando a la vez porque la intención del Consistorio es la de estrenar un entorno cien por cien remodelado en la primavera de 2023.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acudió ayer a la zona para contemplar el avance de las obras. Concretamente, el desmantelamiento del puente. Unos trabajos que se están llevando a cabo siguiendo el mismo protocolo utilizado para demoler el paso elevado del eje Joaquín Costa-Francisco Silvela: primero, se está colocando una estructura de sujeción bajo el tablero; después, se realizan una serie de cortes longitudinales y transversales mediante hilo de acero diamantado; y, por último, se realizan los procedimientos de demolición controlada. Gracias a este mecanismo, se obtienen piezas de gran tamaño, de forma que pueden ser elevadas hasta plataformas móviles para su transporte a un vertedero autorizado. De hecho, el regidor y la concejala han contemplado la retirada in situ de uno de estos bloques en los que se está dividiendo la estructura, con un peso superior a las 40 toneladas. Una vez demolida en su totalidad, los conductores podrán circular por las rampas laterales.
Hay que apuntar que no todo el puente desaparecerá: en el entorno de Méndez Álvaro se mantendrá una parte del mismo para salvar las vías férreas. Sin embargo, dicho entorno sufrirá una profunda transformación: una nueva vía urbana con plataforma ajardinada, así como un carril bici segregado del tráfico mediante banda ajardinada y arbolada. Así, tanto el paseo peatonal como el itinerario ciclista discurrirán entre árboles con el objetivo de mejorar la calidad ambiental de ambos recorridos.
Posteriormente, otras de las actuaciones en el entorno incluirá la mejora de la movilidad ciclista entre Retiro y Arganzuela, con la implantación de un carril por sentido para el transporte público y otro para el vehículo privado, así como un carril bici bidireccional. El proyecto pretende así conectar ambos distritos, tanto en vehículo privado como en bicicleta.
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