Los presidentes de la Asamblea de Madrid homenajean al periodista Nino Olmeda

Los presidentes de la Asamblea de Madrid, Jesús Pedroche, Elvira Rodríguez, José Ignacio Echeverría, Juan Trinidad con el apoyo de dos que no pudieron asistir, Juan Van Halen y Concepción Dancausa, además de la presencia del presidente de la agencia Servimedia, Fernando Riaño, han rendido homenaje al periodista Nino Olmeda, más conocido en la profesión por “Tronko Olmeda”, que como los grandes ha anunciado su retirada. Hace unos días fueron sus compañeros los que le homenajearon. Nino forma parte de la historia del periodismo y de la Comunidad de Madrid.

Olmeda iba para perito mercantil, pero siempre le había gustado escribir y comenzó a colaborar en “El Socialista” y en otras publicaciones de la transición. Se enganchó en el periodismo gracias al apoyo de dos grandes de esta profesión, Francisco Frechoso y Raimundo Castro, hasta que la ONCE creó la agencia Servimedia, con una vocación de dar a conocer los temas sociales. Nino entró a formar parte del equipo que dirigió en una primera fase Marcelino Martín, otro maestro, conocido por ser el que informó al mundo de la muerte de Franco (Nino estuvo en la cárcel durante aquellos años), desde Europa Press.

Ha contado en la agencia toda la política de la región desde hace casi cuarenta años. Todos los políticos han tenido que responder a sus sorprendentes, pero siempre respetuosas, preguntas. Ha vivido los buenos momentos de la Comunidad y también la corrupción que ahogaba las salas de la Asamblea y el Gobierno regional.

Siempre fue crítico con la izquierda y la derecha, y eso no impidió que todos quisieran a este informador que no se calló nunca. Dice que la Comunidad empezó como un juego político y ahora, cuando se va, se ha convertido en un choque hombre o mujer contra hombre o mujer, casi a muerte. Nino tenía tres padres: su padre (ya fallecido), su madre y Vallecas, que lleva en la sangre.

El hijo de un amigo cuando era pequeño le llamaba “astronauta”. Nino lleva muletas, lo que para el niño le convertía en astronauta, porque una maldita enfermedad le dejo paralítico con pocos años. Pero se creció, como todos sus compañeros de Servimedia, y la discapacidad fue para él, como lo es para todos sus compañeros, un estímulo más para ser mejor “tronko” y mejor periodista.