Campaña de Inspección
Multas de 1.001 euros en el «control VTC» de Atocha
A lo largo del mes de julio, la Consejería de Transportes ha llevado a cabo 67 controles: de los 1.769 vehículos investigados, 63 han sido denunciados por incumplir la normativa
Ya son tres las campañas específicas de inspección de vehículos con autorización VTC que ha llevado a cabo la Comunidad de Madrid en lo que va de año. Cuando acabe 2022, habrán sido seis. Durante este mes de julio tendrán lugar alrededor de 50 controles en las estaciones de tren y autobús y el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, así como en centros culturales y de ocio de la región. El último tuvo lugar el pasado viernes en la Estación de Atocha, coincidiendo así con el cambio de quincena y con la operación salida. Hasta allí, se trasladaron dos inspectores de la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Consejería de Transportes que acompañados de cuatro agentes de la Policía Municipal de Madrid con el objetivo de asegurar que los distintos operadores cumplen con la normativa del sector y desarrollan su actividad con todas las garantías para los usuarios.
Estos últimos son los encargados de vigilar el estado general del vehículo, la velocidad del mismo y que el conductor cuente con toda la documentación y los seguros exigibles en materia de tráfico, entre otras cuestiones. Mientras que, por su parte, los inspectores de la Consejería de del Gobierno regional se ocupan principalmente de cuestiones relativas a las autorizaciones de transporte para VTC, vigilan que tengan los dos distintivos obligatorios y que el viaje sea contratado previamente y trasladado al Registro de Comunicaciones de los Servicios VTC.
¿Cómo es una inspección?
LA RAZÓN fue testigo el viernes de cómo se desarrollan este tipo de inspecciones. Así, en el primer vehículo inspeccionado, Teresa González-Haba, encargada de coordinar las actuaciones de Policía Municipal, Guardia Civil con Inspección de Transportes, se encuentra con un conductor con un servicio irregular pues el destino que ha comunicado no coincide con la realidad, siendo encontrado en Puerta de Atocha cuando el destino registrado era Ronda de Atocha. Se trata de una de las infracciones más graves y más cometidas a la vez. Implica el pago de una sanción de 1.001 euros, con la posibilidad de la correspondiente reducción de un 30% si se paga inmediatamente y de forma efectiva. Si no se abona ese montante, se procede la inmovilización inmediata del vehículo. Después de que este conductor comunicase a la empresa para la que trabajaba lo sucedido, varias horas más tarde, el vehículo fue retirado por una grúa y trasladado a continuación al depósito correspondiente.
Multa e inmovilización
De forma aleatoria dieron el alta a un segundo vehículo, que en este caso corrió mejor suerte. En esta ocasión se trataba de un vehículo de alquiler sin conductor por lo que además de solicitarle su documentación para comprobar que estaba en regla y la información sobre el último servicio que había realizado, le pidieron el nombre del titular del contrato de arrendamiento y del titular de la tarjeta de transportes. Una vez comprobado esto y la ficha de inspección técnica, llegó el turno del registro electrónico de Fomento en el que comprueban que el último servicio coincide siendo la Plaza de los Mostenses el origen con destino Estación Puerta de Atocha, donde se está realizando este control. En estos casos, el último paso a seguir y que llevan a cabo desde las oficinas es la comprobación de que los conductores estén dados de alta en la Seguridad Social. De no ser así, se trataría de igual modo de una infracción grave por incumplimiento del artículo 54 de la Ley de Ordenación, pues los Vehículos de Transporte con Conductor deben trabajar con sus vehículos y conductores que deben estar dados de alta en la Organización Empresarial. El incumplimiento de esta obligación prevista en la normativa relativa a las VTC supone una sanción económica de 1.001 euros que se pondrá después. Del mismo modo ocurre con la tercera inspección dónde un nuevo conductor ha recogido al pasajero en la calle de la Luna con destino a la estación Puerta de Atocha, donde ha sido parado. Al tener el resto de documentación en vigor, pudo continuar prestando sus servicios.
Ya se han llevado a cabo 67 controles como este en lo que va de mes con un total de 1.769 vehículos inspeccionados, de los cuales sólo 63 han sido denunciados. Esto es, el 3,5%. Cabe señalar que estas cifras son las que la Consejería de Transportes tiene registradas. Las infracciones y sanciones interceptadas por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado podrían suponer un aumento de estas. En esta última operación, 25 fueron los vehículos inspeccionados durante sus cuatro horas de duración y sólo uno acabó inmovilizado.
Altas en la Seguridad Social
Según una de las inspectoras presentes, la no comunicación de registro, la falta de alguno de los distintivos, no estar dado de alta en la Seguridad Social o la captación de viajeros son las infracciones que más se repiten y cuyas sanciones oscilan desde los 300 hasta los 4.001 euros, las más graves. Esta última ocurre cuando encuentran vehículos estacionados sin un servicio previamente contratado con la intención de captarlo de forma espontánea, actuando como un taxi. Estos últimos, también son sometidos a este tipo de inspecciones pero son a cargo de los diferentes cuerpos de Policía Local, tal y como apuntan desde la Consejería de Transportes.
Durante las tres primeras operaciones de este año, llevadas a cabo durante los meses de marzo, abril y junio, se inspeccionaron un total de 3.290 vehículos de los cuales 330 fueron denunciados. En este caso, un 15% de las sanciones fueron por la carencia de los distintivos obligatorios, un 12% por captación de clientes y un 8,5% por la no comunicación del servicio al Registro de Comunicaciones de los Servicios VTC. Las otras dos campañas restantes se realizarán los meses de septiembre y diciembre, coincidiendo siempre con épocas con muchos movimientos de viajeros.
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