Flamenco

Amor de Dios, La Carmela y ‘Tres culturas’ para entender el peso del pueblo gitano en Madrid

El Ayuntamiento rendirá homenaje a Teresa Berganza Vargas y Camarón de la Isla para poner en valor la cultura como herramienta de integración

Clases Magistrales en los cursos de verano de Cajón Flamenco impartidos por el maestro “El Guille” en el centro de danza Amor de Dios en Madrid.
Clases Magistrales en los cursos de verano de Cajón Flamenco impartidos por el maestro “El Guille” en el centro de danza Amor de Dios en Madrid.Alberto R. RoldánLa Razón

La mezzosoprano Teresa Berganza Vargasfalleció el pasado 13 de mayo a los 89 años. De ascendencia gitana, actuó en los principales teatros del mundo junto a los repartos más exquisitos. Tanto es así, que contaba con reconocimientos como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1991, el Premio Nacional de Música de 1996 o la Legión de Honor francesa de 2012.

La artista fue homenajeada en el reciente Festival Internacional de Verano de El Escorial, municipio en el que falleció; pero también será recordada como parte de una iniciativa del Ayuntamiento de Madrid que busca poner en valor «el legado cultural del pueblo gitano en el distrito Centro como una herramienta de integración», tal y como ha declarado Carlos Segura, presidente del Partido Popular en el distrito.

La propuesta fue aprobada en el pleno de Centro el pasado 8 de junio, que contó con la presencia de Fabián Sánchez, familiar de Berganza y representante del Pueblo Gitano ante la UE. También, y como parte de un compromiso del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida con los gitanos del Rastro, se le dedicará una estatua a Camarón de la Isla en la Plaza del General Vara de Rey.

«Todavía persisten muchos estereotipos, prejuicios y una imagen social negativa que es necesario revertir para avanzar en la plena ciudadanía de las personas gitanas»

El laureado cantaor cumpliría ahora 70 años de no haber fallecido en 1992, víctima de un cáncer de pulmón. «La difusión de referentes positivos del pueblo gitano es algo encomiable, no solo del flamenco sino de otros muchos ámbitos sociales, ya que todavía persisten muchos estereotipos, prejuicios y una imagen social negativa que es necesario revertir para avanzar en la plena ciudadanía de las personas gitanas», han valorado desde la Fundación Secretariado Gitano.

Clases Magistrales en los cursos de verano de Cajón Flamenco impartidos por el maestro “El Guille” en el centro de danza Amor de Dios en Madrid.
Clases Magistrales en los cursos de verano de Cajón Flamenco impartidos por el maestro “El Guille” en el centro de danza Amor de Dios en Madrid.Alberto R. RoldánLa Razón

En la misma línea, Guillermo García, más conocido como El Guille, percusionista y maestro en el Centro de Arte Flamenco y Danza Española Amor de Dios; asegura que es esencial reconocer la importancia de la cultura gitana en el flamenco, uno de los mayores reclamos turísticos de la capital, y cómo este no sería posible sin los gitanos, que son quienes lo han custodiado y defendido desde las celebraciones de sus casas.

La escuela, situada en la tercera planta del Mercado de San Antón (calle Santa Isabel, 5) y responsabilidad del Ayuntamiento, no es solo un lugar en el que aprender baile o cajón, sino una institución fundada en 1953 en Madrid y por la que han pasado la mayoría de artistas relevantes en el género, tal y como se puede ver en las fotografías que decoran sus pasillos, al igual que algunos trajes históricos del toreo o la danza. Allí acuden aficionados al flamenco de todo el mundo, tanto es así, que muchos de los alumnos de sus cursos de verano son extranjeros.

El cartagenero cuenta que la escuela nació en la calle Amor de Dios como algo provisional para un espectáculo de Antonio Gades, aunque se quedó como estudio para los flamencos y pasó después por Fray Luis de León hasta llegar a su localización actual, donde lleva cerca de 20 años. En el presente, las claves del éxito del centro son, además de que «huele a naturalidad y no a academia», su dirección, al mando de Joaquín San Juan. «Es un gran aficionado al flamenco y alguien con un carácter muy especial que ha salvado muchas vidas», alaba el músico. Este recuerda cómo, hasta los ochenta, tanto los flamencos como artistas de otros estilos musicales solían llevar vidas insanas que raramente pasaban de los 60 años.

Por el contrario, en la actualidad no extraña encontrar figuras como la de Pepe Habichuela, guitarrista en activo a sus 78 años. Para el entrevistado, que lleva tres décadas en Amor de Dios, donde se trasladó desde la Fundación Casa Patas, lo que asegura la permanencia del flamenco es que evoluciona con los tiempos. «Rosalía es una prueba de ello, aunque es un arma de doble filo, porque puede confundir. Sin ser cantaora ni flamenca, coge recursos del flamenco y los usa como le da la gana, cuando lo habitual es que los flamencos nos infiltremos en otras músicas», expone. A la hora de recomendar a artistas contemporáneos, nombra al guitarrista Daniel de Morón, al cantaor Israel Fernández, que «hace cosas actuales que suenan a viejo», y a las bailaoras Ileana Gómez y Belén López.

La Carmela

Además, insiste en que ni los artistas flamencos ni los de cualquier otro estilo están reconocidos en España, donde «somos unos acomplejados hasta que no nos lo dicen desde fuera» y olvidamos que el flamenco es una compilación de la historia de nuestra música, con nombres tan importantes como Isaac Albéniz o Paco de Lucía. Ante la proliferación de locales marketinizados y con espectáculos «más mediocres» tras la pandemia, El Guille echa en falta que más españoles se interesen por el flamenco en lugar de que los espectáculos estén llenos de turistas, pero cita dos excepciones: Café Berlín (calle Costanilla de los Ángeles, 20) y La Carmela (calle Victoria, 4), donde se puede disfrutar de actuaciones y gastronomía castiza simultaneamente.

Tito Losada, responsable de este último lugar, explica a LA RAZÓN que el tablao destaca porque se van renovando sus espectáculos continuamente, por la cueva tan especial en la que se hace y porque cuenta en sus filas con nombres como el de Juan Andrés Maya (director artístico), Raquela Ortega, Pol Vaquero y Mónica Fernández. Losada recalca que queda mucho camino contra el racismo, por ejemplo, en las programaciones de los festivales de flamenco. «Andalucía defiende a sus artistas, pero Madrid todavía no, y a los gitanos mucho menos», asevera. Por otro lado, sostiene que el flamenco perdió la esencia en los 80 y se ha desvirtuado, desdibujándose el rigor y el duende en artistas menos cualificados que los de antaño, certificados con un carné.

El origen del flamenco: Tres culturas

Como contrapropuesta, ofrece en el Teatro Reina Victoria (Carrera de San Jerónimo, 24) El origen del flamenco: Tres culturas. La obra se puede disfrutar hasta el domingo 28 de agosto y es distinta cada día por la improvisación en su puesta en escena. Además de entretener, pretende enseñar y ser un viaje en el tiempo para entender cómo surge el flamenco, que tiene raíces árabes, judías y gitanas; y el nacimiento del pueblo gitano en Punyab (La India) hasta que entró en la península Ibérica por la actual Barcelona. Ya a finales del siglo XV se empiezan a promulgar leyes antigitanas con la Pragmática de los Reyes Católicos, aunque también cabe reseñar la gran redada de los gitanos perpetrada por el Marqués de la Ensenada en 1749.

MADRID, 10/08/2022.- El elenco de la obra teatral "Tres culturas", el origen del flamenco, por Tito Losada, durante el pase gráfico de este miércoles en el Teatro Reina Victoria de Madrid. EFE/ J.J.Guillén
MADRID, 10/08/2022.- El elenco de la obra teatral "Tres culturas", el origen del flamenco, por Tito Losada, durante el pase gráfico de este miércoles en el Teatro Reina Victoria de Madrid. EFE/ J.J.GuillénJ.J.GuillenAgencia EFE

Para narrar la sufrida historia del pueblo gitano, además de la Losada Family, colaboran en la obra Blanca Paloma Ramos, El Hassane Lahjari, Jesús Montoya o la anteriormente nombrada Ileana Gómez. A la hora de mirar al futuro del flamenco, Losada no duda al afirmar que está en Japón, donde este arte causa fervor y los ciudadanos se agolpan para aprender sobre él. Los Losada son uno de los mayores estandartes del flamenco en Madrid, pero la ciudad también alberga a los Morente. De hecho, Estrella Morente actuó para sus vecinos en las fiestas más castizas y populares de Madrid: San Cayetano.