Historia

De cómo el Ratón Pérez llegó a la Corte de Alfonso XIII en Madrid (una historia real)

El relato del Padre Coloma bebe en tradiciones internacionales para alumbrar un cuento que hizo soñar a tantos niños con el hogar, en la calle Arenal, de un célebre roedor

La Reina María Cristina con sus hijos
La Reina María Cristina con sus hijosEfe

Una historia muy real para muchos niños. Incluso para aquellos que habitaban en la calle de Bailén, con vistas a los Jardines del Moro. Todo versa sobre un personaje de leyenda que se pasaba la vida recogiendo los dientes que los niños colocaban bajo su almohada y que, a cambio, les dejaba un regalo. Una historia que, con diferencias, se puede observar en distintas culturas y continentes.

Lo sorprendente de este personaje, al menos en España, es cómo se creo. Y cuál fue su fin. Una historia que surgió en el Palacio Real de Madrid y que se utilizó para tranquilizar y entretener a un futuro monarca. Una fábula que dio lugar a una leyenda pero que aún se percibe de forma muy real en Madrid, más concretamente en el número 8 de la Calle Arenal. La que para muchos es, sin duda, la casa de un célebre ratón.

El caso es que, tras la muerte de Alfonso XII, tuvo lugar la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena hasta que el futuro rey, Alfonso XIII cumpliese la mayoría de edad y fuese coronado en 1906. El joven Alfonso, sobre el que recaían grandes esperanzas, en un país que había conocido las guerras civiles carlistas, era un niño asustadizo. Hasta la caída de un diente de leche le alarmaba.

Su madre para tratar de tranquilizarlo encargó al Padre Luis Coloma que escribiese un cuento para el niño a fin de calmarlo. El jesuita no tardó mucho en redactar las 13 páginas que dura el relato y que narra las aventuras del Rey Buby I (apodo germano con el que llamaba de forma cariñosa María Cristina a su hijo, en realidad “nene”) quien tras perder su primer diente lo colocó debajo de la almohada, junto a una carta, y esa misma noche recibió la visita del Ratoncito Pérez.

En la historia del Padre Luis Coloma, el Ratoncito Pérez y Buby, convertido en roedor por un hechizo de su nuevo compañero de fatigas, marchan juntos por la noche recolectando los dientes de los demás niños y finalmente llegaban a la morada del Ratoncito Pérez. Ésta, estaba ubicada en un lugar real, la trastienda de la pastelería Carlos Prast, situada en la Calle Arenal Nº 8. Ahí, Buby conoce a toda la familia de su nuevo amigo, que vivía dentro de una caja metálica de galletas Huntley (las favoritas de Alfonso).

Placa del Ratón Pérez
Placa del Ratón PérezAyuntamiento de Madrid

Actualmente en laBiblioteca del Palacio Real se encuentra guardado un manuscrito que el padre Luis Coloma dedicó a D. Alfonso XIII y que data de 1894, aunque no fue hasta el año 1902, cuando el Rey comenzó a ejercer sus poderes con 16 años, cuando se publicó el primer cuento del Ratón Pérez en un libro que contenía ocho relatos bajo el título de Nuevas Lecturas. Y después, en el año 1911, se publicó por separado una edición dedicada al Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón y Battenberg, hijo del Rey Alfonso XIII.

Casita del Ratón Pérez en el Metro Banco de España
Casita del Ratón Pérez en el Metro Banco de EspañaAyuntamiento de Madrid

Su casa en el Metro Banco de España

Para, según algunos, acrecentar su leyenda, desde hace años, una puertecita se encuentra en la parte inferior de unos de los accesos a la estación Banco de España, concretamente la entrada situada junto al Cuartel General del Ejército y en frente del Banco de España. El anónimo que colocó está puerta dejó reflejado “que era la puerta del Ratoncito Pérez”. Un lugar clave para muchos niños en la capital. Esta puerta se ha convertido en una curiosidad para los visitantes pero con el tiempo se ha ido estropeando y además, alguien la vandalizó hace un tiempo. Sin embargo, Metro de Madrid informó el 10 de julio de 2021 que la puerta del Ratoncito Pérez, situada en dicho acceso de la estación Banco de España, ya estaba reparada. Con todo, poco importa al Ratón Pérez que le sellen la puerta de entrada a su casa o no. Él por allí para poco, ocupado como está en visitar las casas de los niños a los que se caen los dientes...