Gastronomía

Descubre estos restaurantes de Madrid con reservados a puerta cerrada para no ser visto

Cada vez más comensales buscan exclusividad en los restaurantes. Saddle cuenta con cinco con capacidad para entre dos y veinticuatro clientes

Adolfo Santos está al frente de Saddle con una estrella Michelin
Adolfo Santos está al frente de Saddle con una estrella MichelinDavid JarLa Razon

No tenemos por qué pensar en los reservados sólo para organizar almuerzos de trabajo, qué va. Siempre es buena opción hacerse con uno si el número de comensales se ajusta al espacio, porque lo cierto es que no escuchar la conversación de quienes ocupan la mesa de al lado es de agradecer y sentir que el equipo sólo te atiende a ti en un servicio exclusivo y personalizado, también. De ahí que hoy nos centremos en esos espacios diminutos, pero agradables, en los que saborear la buena mesa. En Saddle puede escoger uno de los cinco con capacidad para entre dos y veinticuatro comensales. Eche un vistazo al apartado «El arte del servicio en la mesa», ya que reúne varias elaboraciones, cocinadas por Adolfo Santos, que el equipo de sala finaliza frente a nosotros, como el lenguado «meunière» a la brasa, el jarrete de ternera homenaje a Santi Santamaría y la lubina salvaje con su ajada emulsionada con mejillones y pack choi. Pero antes, deje que presidan la mesa el pâté en crôute, los callos y la flor de calabacín rellena de comté, pisto y beurre blanc de Vin Jaune.

Saddle.Dónde calle Amador de los Ríos, 6. Teléfono 912 16 39 36. saddle-madrid.com

Para armonizar semejantes delicias, siga el consejo Israel Ramírez, quien atesora una bodega de más de 1.400 referencias. Asimismo, el espacio es idóneo para disfrutar de un cóctel o de una copa, porque el carro de destilados con 460 variedades es un tesoro, así que seguro que es momento de descubrir alguna botella única.

En Virrey, una de las aperturas de la temporada en Madrid, hemos descubierto un lugar apetecible para entre ocho y diez, atendidos por Carlos Fernández Miranda, que se encuentra junto a la cocina.¿Qué pedir? El virrey, por supuesto, para compartir antes de degustar unos bígaros cocidos al natural, la gamba roja de Garrucha y las almejas de Carril a la sartén. Recuerde que Lhardy reúne cinco: el salón japonés, el blanco, el Sarasate, el Gayarre y el Ramberlick. Todos decorados en diferentes estilos con una elegancia decimonónica, que permanece inalterable al paso del tiempo. Para empezar, la ensaladilla de lubina y el mejillón de bouchot con salsa marinera de lemon Grass. Imprescindibles son el cóctel de gambas, la sopa de cebolla a la francesa, el pâté en croûte y el mero salvaje con tallarines de calamar. En cuanto llegue el frío, el cocido, claro. En Barracuda, el privado se encuentra al lado de la cocina. Nuestro desfile de platillos empieza con la memela de wagyu a la brasa con salsa de aguacate y chile serrano y con la cazuelita de queso fundido con arrachera y salsa de chorizo norteño. Después, llegan los tacos al pastor MX de cerdo ibérico carrasco con salsa de chipotle y jardín de piña y el tartar picante de langostinos Noray. De beber, la mezcaliña y las margaritas de maracuyá o la Cadillac.

Festival de dim sum

Para descubrir la alta cocina cantonesa con tranquilidad, en Don Lay, dirigido por Nieves Ye, nos gusta hacernos con un acogedor espacio para diez personas en el que dar rienda suelta al festival de dim sum. Pero cuidado, sus laqueados de pato y de cochinillo merecen tanto la pena como los platos con verduras chinas, de arroz y de pasta de arroz. La sede de Ikigai, situada en Velázquez, también tiene el suyo. Y si el espacio de Yong Wu Nagahira es espectacular, del mismo nivel es el reservado para ocho. Recuerden probar la korokke con cecina de wagyu, la tempura de cocido y la porrusalda de miso, alga codium y tomate pasificado. En el de Don Dimas, Álvaro Garcés recomienda el «tomataso» sobre pipirrana y encurtidos y el festival hortelano prosigue con su aguacate a la brasa con manzana verde «lemon curd» y nueces y con su ensaladilla sevillana con centolla. No podemos dejar de mencionar Estimar, el templo marino de Rafa Zafra y Anna Gotanegra, ni Kappo, donde degustar las delicadas joyas niponas de Mario Payán.

Rape a la brasa en Saddle
Rape a la brasa en Saddlelarazon
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Rape a la brasa

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