Presupuestos
Transportes: Moncloa destinará a Madrid 1.000 millones menos que a Cataluña
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 abre aún más la brecha de inversiones entre esta región y Madrid desde que Sánchez llegó a La Moncloa
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, subrayó ayer su intención de hablar con el jefe del Ejecutivo de la nación, Pedro Sánchez, en torno a las cifras «tejidas de irrealidad» que contienen las partidas e inversiones destinadas a la región en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023. Un castigo de Moncloa a los madrileños a través de las cuentas pactadas entre el PSOE y Podemos que es transversal y afecta a todos los ministerios. Por ejemplo, en lo que concierne a las competencias de transportes.
En esta materia, el retroceso en la inversión es significativo tanto si se compara con las cifras de 2022 como si se analizan las inversiones previstas para el próximo año para Madrid y para comunidades similares, por ejemplo, Cataluña. En términos globales, la inversión directa del Ministerio de Transportes cae un 11% en Madrid respecto a los presupuestos de este año al pasar de 137,7 millones de euros en 2022 a los 123,8 millones previstos para 2023.
En uno de los capítulos más importantes de estas inversiones, el reservado a las carreteras de la región, las cuentas elaboradas por el equipo económico de Sánchez prevén destinar a Cataluña un 155,77% más que a Madrid. Porque las carreteras catalanas tienen reservadas unas partidas de 234,8 millones frente a los 91,8 millones previstos para la comunidad presidida por Ayuso. Hay que tener en cuenta, además, el hecho de que esta diferencia abismal entre Madrid y Cataluña es la contemplada en el proyecto inicial de presupuestos, previo a la negociación que PSOE y Podemos deberán entablar a lo largo de las próximas semanas y meses con sus socios, entre ellos, los grupos independentistas catalanes.
En lo que afecta a la partida madrileña, las principales actuaciones que se van a llevar a cabo son la adaptación del carril izquierdo de la A-2 como carril BUS-VAO en ambos sentidos, con un importe de casi 7,4 millones de euros en 2023; y en la M-40 y sus conexiones con la M-21 y M-14, a lo que se destinarán 4,2 millones de euros en 2023.
Desde la Consejería de Transportes de Madrid, su titular, David Pérez, lamenta que el Ministerio no haya tenido a bien consignar ni un solo euro para 2023 con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para activar métodos innovadores en la implantación del carril BUS-VAO en las arterias principales de Madrid así como actuaciones de seguridad vial.
En lo que afecta a la entidad pública ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), también llama la atención la tijera aplicada a Madrid en comparación con lo aprobado para 2022: en las cuentas del año en curso, la inversión ascendía 181,8 millones de euros frente a los 58,6 millones planteados en el proyecto de cuentas aprobado por el Consejo de Ministros. O lo que es lo mismo, 123,2 millones menos a Madrid que a Cataluña.
En el capítulo relativo a las inversiones en Cercanías –cuyo destino final aseguran desconocer en la Consejería de Transportes de Madrid– sí hay un incremento aunque mínimo: se pasa de los 23,8 millones de este año a los 36,4 millones contemplados para 2023. Existe otra partida denominada Cercanías y Movilidad Urbana, con una inversión prevista para Madrid que alcanza los 37,2 millones de euros. Una cantidad que, a juicio de Pérez, es «claramente insuficiente para mejorar esta infraestructura abandonada a su suerte desde 2018 y muy lejos de los 694 millones de euros que destinara al Cercanías en Cataluña el próximo año».
Respecto a la inversión total en el sistema ferroviario en Cataluña, destaca que ascienda a 1.384 millones de euros para 2023 –es la suma de las inversiones de ADIF, Adif-AV y Renfe– frente a los 335 millones presupuestados en este mismo capítulo para Madrid.
Una circunstancia que hace que la suma de las inversiones del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y los entes y empresas públicas adscritas a este departamento se eleve hasta los 612,3 millones de euros en Madrid para el año 2023, frente a los 1.723,6 millones presupuestados para Cataluña, lo que abre una brecha entre ambas regiones españolas de más de 1.000 millones.
Este castigo presupuestario a Madrid se mantiene desde que Sánchez llegó a Moncloa a nivel general. Y es que si hacemos la comparativa entre las cuentas de 2018 –las últimas aprobadas por un Gobierno del PP– y el proyecto de presupuestos para 2023, una de las conclusiones más evidentes es que Madrid es la tercera en la que menos han crecido las inversiones. Lo han hecho en un 4,6%. Una cifra que queda muy lejos del 32,73% que han aumentado de media a nivel nacional las inversiones que pueden atribuirse directamente a las comunidades. Con las excepciones de Castilla y León –en donde se han reducido un 4,62% respecto a 2018– y Castilla-La Mancha –con un crecimiento del 1,91%–, en todas las regiones han aumentado las inversiones regionalizables por encima del umbral madrileño. Con la comunidad foral de Navarra (83,98%) a la cabeza, seguida de Asturias (80,77%) y Comunidad Valenciana (71,47%), las tres con gobiernos socialistas en la actualidad. Por detrás de estas regiones se encuentran Cataluña (con un crecimiento del 71,08% con respecto a los presupuestos de 2018), Andalucía (56,92%), Murcia (41,36%), Canarias (39,19%), Aragón (34,57%), Extremadura (22,93%), Melilla (19,52%), Galicia (15,06%), La Rioja (12,83%), País Vasco (9,77%), Cantabria (8,99%), Baleares (8,52%) y Ceuta (6,40%). A pesar de reunir a un 14% de la población española y de generar más de un 19% del Producto Interior Bruto del país, recibirá de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, si finalmente este proyecto recibe el visto bueno del Congreso y el Senado, solo el 9,7% del total de las inversiones territorializadas. O lo que es lo mismo, 1.305 millones de euros de un total de 13.443.
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