Ayuso presenta unos Presupuestos para 2023 “prudentes” y apuesta por la Sanidad como gran beneficiada

El Gobierno de Díaz Ayuso ya tiene proyecto de presupuestos y confía en obtener el apoyo de Vox para sacarlo adelante en un año clave. La Comunidad de Madrid tendrá 25.737 millones de euros para 2023, un 11,7% más que el año anterior, según el proyecto de Presupuestos que presentó ayer el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, y que fue aprobado en el Consejo de Gobierno. Unas cuentas que «traerán progreso» y que son «prudentes, serias, eficaces y pensadas para que Madrid siga creciendo». Necesitarán pactarse con Vox para que puedan salir adelante, aunque la negociación se encuentra en una fase «muy preliminar», según el consejero. Pero los de Rocío Monasterio ya se han mostrado predispuestos a dar el «sí».

Lasquetty cree que las Cuentas de Madrid, a diferencia de las elaboradas por el Gobierno de Pedro Sánchez, son «creíbles» y no aumentarán el peso de la deuda. «Somos la Comunidad autónoma con los impuestos más bajos, la que crea más empleo y la que mejor resiste, y eso nos permite hacer unos Presupuestos con respaldo suficiente para que haya mejores servicios».

El dinero presupuestado, según el consejero, va a permitir llevar a efecto todos los compromisos de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que fueron dados a conocer en el Debate de investidura y también en el último Debate del Estado de la Región.

«Están dentro de las reglas de estabilidad presupuestaria y van a permitir tener la deuda más baja de toda España», quiso hacer hincapié el consejero de Economía y Hacienda. Aunque bien es cierto que la previsión a nivel de recaudación de impuestos será un 4% menor, según la estimación «realista» realizada en el proyecto de ley.

Para el próximo año, Madrid recibirá 18.355 millones del Sistema de Financiación autonómica, un 17% más, pero también aportará más al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, que supone el 73%, frente al 24% que aporta Cataluña y el 3% de Baleares. Mientras, el 38% de las inversiones que se hagan en la Comunidad de Madrid serán con fondos europeos.

A grandes rasgos, las cuentas para el año próximo prevén la creación de 50.000 nuevos puestos de trabajo, ya que la tasa de paro se espera que baje del 10,18% al 9,6%. El 87% del gasto irá a parar al área social. Así, la gran beneficiada el próximo año será la Sanidad, a la que va a parar el 38% del presupuesto y supone un 11,4% más que el año anterior. La dotación es «de una dimensión como no ha habido hasta ahora. Nunca ha habido tanta gente trabajando ni tantos medios», recalcó Lasquetty.

En Educación se emplearán 6.279,9 millones, lo que supone un aumento del 9,1 por ciento, mientras que a Políticas sociales se dedicarán 2.450,6 millones y a Transportes e Infraestructuras 2.415,7, un 22,5% más.

Las inversiones por consejerías alcanzan los 1.454,8 millones, lo que supone un incremento del 59% con respecto al año pasado.

El proyecto de Presupuestos para 2023 prevé que se acometan proyectos como la Reforma del Doce de Octubre y remodelaciones en otros tres hospitales, mejoras retributivas para 22.000 trabajadores sanitarios y 86.000 profesores, aumento en 150 millones de euros los fondos para mejorar las residencias de mayores, la congelación de las tarifas del transporte, inversiones tecnológicas en TIC o tarifa cero para promover el emprendimiento, entre otras muchas medidas.

Críticas de la oposición

Los grupos de la oposición han rechazado ya de plano los Presupuestos para el año que viene. «Les falta cultura del esfuerzo porque sigue siendo la Comunidad autónoma que menos invierte en sanidad, educación y políticas sociales y los madrileños reciben un 20% menos de inversión en sus servicios públicos que la media del resto de los españoles», aseguró la portavoz de Más Madrid, Mónica García. A su juicio, se trata de unos presupuestos «negacionistas» porque, «siendo nuestra principal amenaza el cambio climático, éste ni está ni se le espera». Además, ha tildado los presupuestos de «obsoletos» porque «siguen apostando por las rebajas fiscales a los ricos».

Alejandra Jacinto, la portavoz de Unidas Podemos, tachó los Presupuestos de «imposibles» porque «es incompatible anunciar bajadas de impuestos y a la vez anunciar inversiones en servicios públicos. O bien no se van a cumplir esas inversiones que están prometiendo o bien se va a aumentar la deuda pública beneficiando a las entidades financieras afines al PP». El portavoz del PSOE, Juan Lobato, sin embargo, cree que ha habido una reducción «histórica» del Presupuesto en Sanidad, «600 millones menos con la que está cayendo». Lobato mantiene que la Comunidad tuvo, en 2021, unas obligaciones reconocidas de 10.349 millones en Sanidad, lo que supone el «coste real», pero «venden un aumento de presupuesto sanitario que no cubre las necesidades sanitarias de Madrid». Lasquetty replicó, a este respecto, que se trata de cifras relativas a años de pandemia.

Las diez diferencias

El consejero de Economía encontró ayer las diez diferencias entre los Presupuestos Generales del Estado y los de la Comunidad. Así, los Presupuestos de Madrid están basados en previsiones económicas «prudentes», con estimaciones «reales (suben un 16,9%), son «transparentes, con información real sobre ingresos y gastos», con la deuda pública más baja de España, no obliga a los ciudadanos a pagar más IRPF, sigue bajando impuestos, impulsa el emprendimiento con una tarifa cero, que cubrirá el total de las cuotas de los nuevos autónomos durante el primer año y mantiene congelado el sueldo de los altos cargos. Asimismo, las cuentas incorporan medidas contra la inflación y dedican el 87% a «lo más importante que tenemos encomendado: Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Empleo, Transporte, enumeró Lasquetty.

Por contra, considera que el cuadro macroeconómico presentado por el Gobierno de España en los Presupuestos Generales del Estado es «irreal y ha sido enmendado por el Banco de España», realiza una previsión «poco creíble», son «opacos», «disparan la deuda pública española, que es ya la más alta de Europa», aumenta los impuestos al no deflactar el IRPF, crea más impuestos, como el impuesto a la solidaridad y sube las cotizaciones a la seguridad social de los autónomos.