Sucesos

Detenido el exmarido de Juana Canal, desaparecida en Madrid hace 19 años

Los agentes localizaron algunos de los restos óseos de la mujer en la provincia de Ávila

La Policía Nacional ha detenido a la expareja sentimental de Juana Canal, la mujer desaparecida en 2003 en el distrito de Ciudad Lineal de Madrid y cuyos restos mortales (parte de ellos) fueron encontrados en 2019 la provincia de Ávila. Se trata de Jesús P., tiene 53 años y siempre estuvo en el punto de mira de la familia. La UDEV de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, le arrestó en su domicilio de Fuente El Saz –posteriormente fue trasladado a la comisaría de Torrejón de Ardoz– y también tenían la autorización judicial para realizar un registro en la finca de sus padres en Ávila, cercana al lugar donde encontraron el fémur y el cráneo de la mujer poco después de que «Caso Abierto» realizara un reportaje recordando la desaparición de la mujer hace 19 años. Fuentes de la investigación sostienen que puede ser en esta finca, en la caseta que hay en la misma, donde se produjera el hipotético crimen y en busca de posibles vestigios trabajaban ayer agentes de la Guardia Civil.

Él fue trasladado a la Comandancia de Ávila sobre las 13:00 horas con este objetivo y para ser puesto el viernes a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Ávila, que lleva las diligencias de investigación.

Jesús ha permanecido en silencio durante estos casi 20 años, tiempo en el que ha rehecho su vida en libertad: se casó, tuvo hijos y cambió de profesión. Ahora se dedicaba a la venta ambulante de perritos calientes y solía llevar su furgoneta a ferias de pueblos en fiestas y festivales de música.

Cuando desapareció, Juana Canal tenía 38 años, estaba divorciada y tenía dos hijos (el pequeño vivía con su padre en Valencia y el mayor con ella en Madrid) pero había recuperado la ilusión con esta nueva pareja.

Los últimos restos, que se analizan en los laboratorios de Criminalística, fueron encontrados el día 17 de este mes en la zona de Navalacruz (Ávila), donde se llevaron a cabo varias batidas policiales para intentar hallar más restos y determinar si, como los hallados en 2019, correspondían a la mujer desaparecida.

En el despliegue policial participaron más de 60 agentes de la Policía y del instituto armado, además de perros expertos en la búsqueda de restos biológicos, así como un georradar y drones que detectan cambios en el subsuelo.

El cerco que se marcó se situó en una zona rural situada a cinco kilómetros del pequeño municipio abulense de Navalacruz, concretamente en el paraje donde hace tres años un senderista encontró un fémur y un cráneo que resultaron corresponder, tras los resultados de las pruebas de ADN, a Juana Canal.

En febrero de 2003 uno de los hijos de Juana encontró en el piso una carta en la que la pareja de su madre, el ahora detenido, le decía que ella se había marchado después de una «discusión» y que haber ingerido muchas «pastillas». Jesús quería simular una desaparición voluntaria pero para la familia de la desaparecida él siempre fue el principal sospechoso. Ahora, a pesar de la tristeza que rodea el caso, «están esperanzados de que la investigación avance», según explica el abogado de la familia, Juan Manuel Medina.

Nunca volvieron a saber nada de él ni de ella, hasta finales del pasado mes de junio, cuando a través de la asociación SOS Desaparecidos la Policía Nacional le comunicó que unos restos óseos hallados por un montañero en Ávila en 2019 pertenecían a ella.

Agentes de la Guardia Civil y de Policía Nacional baten el terreno donde aparecieron restos de Juana Canal, en la zona de Navalacruz (Ávila)
Agentes de la Guardia Civil y de Policía Nacional baten el terreno donde aparecieron restos de Juana Canal, en la zona de Navalacruz (Ávila)RAÚL SANCHIDRIÁNAgencia EFE