Historias

De las amas de cría a la Gota de Leche de Madrid, crónica de la infancia hambrienta

Las nodrizas e instituciones como la impulsada por el doctor Ulecia buscaron dar respuesta a las necesidades pediátricas de un Madrid paupérrimo

Nodrizas
Nodrizaslarazon

La pediatría estaba en pañales. Nunca mejor dicho. Bueno, la pediatría y la más mínima atención a los niños sin posibles, que corrían la misma suerte que sus mayores, tan pobres como ellos. No existía el más mínimo servicio de atención público y la caridad apenas alcanzaba a socorrer a una pequeña parte de aquellos desgraciados. De ahí que Rafael Ulecia y Cardona hiciera historia en un Madrid miserable. Él, español de Cuba, fue uno de los pediatras que en la segunda mitad del siglo XIX destacó por su interés en la Puericultura. Ulecia, miembro de la Junta de Sanidad de Madrid, conoció la benemérita labor llevada a cabo en Barcelona desde 1890 por el doctor Francisco Vidal Solares, quien organizó en el Hospital de Niños Pobres de aquella ciudad un Consultorio o Dispensario de Puericultura donde se atendía “a las criaturas enfermas y mujeres que lactan” en el que, además de asistencia médica, se proporcionaban gratuitamente “bonos de sopa, caldo, leche, harinas” así como ropa para las madres y los niños.

Placa en recuerdo al consultorio en Madrid
Placa en recuerdo al consultorio en MadridAyuntamiento de Madrid

El doctor Ulecia decidió crear en Madrid una institución que mejorase lo que hacía el doctor Vidal, y para ello se fijó en las recién nacidas Gotas de Leche en Francia y Bélgica. De ahí que el día 22 de enero de 1904 se inaugura en la calle Ancha de San Bernardo, junto a la iglesia-monasterio de Montserrat, el primer Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche de Madrid. Una institución que, con el paso del tiempo, se trasladaría a la calle de La Espada, cerca de La Latina y Lavapiés, zonas en las que existían importantes bolsas de pobreza y necesidad de atención a la infancia. De su importancia en la vida madrileña da cuenta el hecho de que en sus primeros cincuenta años de existencia atendió a 600.00 niños.

Gota de Leche en Madrid
Gota de Leche en MadridAyuntamiento de Madrid

La estructura básica de “La Gota de Leche - Consultorio de Lactantes” consistía en una sala de espera, cuarto de pesar a los niños, sala de consulta y lugar para entrega de biberones, así como una sala de máquinas en donde se esterilizaba y almacenaba la leche. La instalación de dichos centros tuvo diferentes patrocinios: Ayuntamientos, caridad privada, Juntas Provinciales de Protección a la Infancia, Cajas de Ahorro, y más tarde Diputaciones.

Una institución de atención a los más necesitados que siguió adelante tras la Guerra Civil, por razones obvias, ya que la necesidad y la pobreza de la posguerra disparó la demanda de ayuda. Las tasas de mortalidad infantil eran muy elevadas, a principios de siglo y más allá, y muchas madres perdían a sus hijos. En el origen de esta situación estaba que no pocas, apremiadas por la necesidad y por la urgencia de alimentar al resto de la prole que seguía con vida, decidieran “alquilarse” como nodrizas para las clases más pudientes. Las condiciones que debían reunir las mujeres aspirantes a nodrizas, según publica José Ignacio de Arana en su libro “Historias curiosas de la Medicina”, “el tener una salud contrastada, que fueran mujeres robustas, jóvenes, madres de más de un hijo y de menos de seis para garantizar la riqueza de la leche, que no hubiese abortado, que sus senos fueran anchos y de pezones prominentes, que no tuvieran mal olor de aliento y que sus propios hijos hubiesen sido concebidos dentro de un matrimonio legítimo y cristiano”.

Imagen de dos nodrizas
Imagen de dos nodrizasAyuntamiento de Madrid

Pelirrojas no, gracias

Como curiosidad se rechazaba la “leche de mujeres pelirrojas cuyo temperamento agrio y proclive a la maldad era indudablemente perjudicial”. Un prejuicio en el que algunos atisban el desprecio que sufrían los pelirrojos, desde tiempo antiguo en España, al considerar que eran “descendientes de judíos”, algo alimentado por la leyenda de que Judas era pelirrojo.

Un fin anunciado

Las nodrizas y la instituciones como la de la Gota de Leche tuvieron una vida concreta en un momento determinado. El paso del tiempo marcó su existencia y la de las personas a las que auxiliaron o a la que sirvieron. Algunas instalaciones de la Gota de Leche se mantuvieron abiertas un poco más, incluso hasta los años 90 (como en León), y algunas se acabaron transformando en Institutos de Puericultura, áreas de Maternidad, Centros de Prematuros, con incubadoras como en Madrid. Un tiempo pasado que sin duda no fue mejor y al que algunos ayudaron como supieron o pudieron con desigual acierto y la mejor voluntad.