Urbanismo
El edificio abandonado en plena Gran Vía que se convertirá en un hotel
Cibeles redacta un Plan Especial para cambiar el uso del inmueble, cuya parte residencial lleva años en desuso
En el número 60 de la madrileña Gran Vía se encuentra un inmueble a punto de ser centenario. Su historia no difiere a la de otros edificios que se congregan en el Centro de Madrid. Construido en 1930 como un conjunto de oficinas y viviendas, sus plantas sótano, baja y primera congregaban las oficinas de la Casa Social del Banco Hispano de Edificación. Tras la Guerra Civil, se tuvo que reconstruir de forma parcial debido a los daños sufridos. Especialmente en lo que respecta a su fachada, proyectada y ejecutada bajo la dirección del arquitecto Casto Fernández Shaw. Con el paso de los años, el inmueble pasó a ser de uso terciario total: las condiciones de las viviendas originales le fueron apartando del mercado de uso residencial. De hecho, en los archivos municipales figuran varios expedientes de licencias, fundamentalmente de los locales comerciales y del uso terciario de oficinas en las plantas superiores. Actualmente, su uso es residencial, aunque se encuentra totalmente desocupado en las plantas correspondientes a tal uso; por el contrario, sí está ocupado por algunos locales de oficina en las plantas baja y primera. En su planta sótano se encuentra la vivienda del portero del edificio, así como zonas de almacenamiento que, como casi la totalidad del edificio, ya no se utilizan.
En resumen: un inmueble que, poco a poco, y pese a sus aspiraciones iniciales, ha caído en el olvido. Hasta ahora. El Ayuntamiento de Madrid ha redactado un Plan Especial para Gran Vía 60 en el que propone un nuevo uso terciario de clase de hospedaje, lo que permitirá la restauración y la recuperación de los elementos arquitectónicos que motivaron el nivel 1 de protección que hoy tiene.
Ampliación
Dicho de otro modo: Gran Vía 60, de prosperar el plan y el cambio de uso que propone el Consistorio, acabará convirtiéndose en un hotel. Para ello, se incluyen unas obras de ampliación que permitirán un incremento de la edificabilidad de hasta el 10%, que actualmente es de 5.191,17 metros cuadrados. La parcela cuenta con una superficie de 475 metros cuadrados, sobre el que se erige un edificio de doce plantas sobre rasante, siendo diez de ellas de superficies similares.
Ese incremento se materializará mediante unos trabajos que acometerán la cubrición y forjado de patios cerrados, por lo que no se alterará la envolvente del edificio. Del mismo modo, se demolerán varios «impactos negativos» en la planta de cubierta y se reestructurará la escalera secundaria para garantizar las condiciones de accesibilidad del inmueble.
Según se detalla en el proyecto, el edificio es de planta cuadrada con dos patios interiores simétricos, ubicados a ambos lados de la escalera principal, que se encuentra centrada en la planta. En la última crujía se disponen dos patios de luces de dimensiones de 6,15 x 2,35 metros, situados a ambos lados de la escalera de servicio. El ático presenta una gran terraza al frente de la Gran Vía, mientras que su único acceso se encuentra en el centro de la fachada en esta fachada madrileña.
La fachada principal, según se explica en el plan, requiere «restauración obligatoria» debido a su nivel de protección, si bien se encuentra en buen estado. En lo que se refiere a la estructura del edificio, señalan que se ha deteriorado debido a los años en desuso.
Por último, y de acuerdo con el plan especial, se producirá un incremento de aforo estimado en 107 personas, pasando de 365 a 472.
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