Espectacular

El Real Casino de Madrid expone sus joyas bibliográficas

La institución madrileña, que estos días cumple 186 años de vida, muestra una selección de los libros más importantes de su biblioteca

Una magna muestra de la riqueza bibliográfica de una entidad clave en la historia cultural y social de Madrid. Una exposición que, como ya dejó claro el presidente de la Institución, Alfredo Alvar Ezquerra, semanas después de tomar posesión del cargo la pasada primavera: “Los socios deben conocer las joyas patrimoniales que se custodian en nuestros anaqueles”.

La exposición está situada en la Sala de Lectura de la Planta Conde de Malladas para disfrute de todos los socios de la entidad madrileña, que podrán ver de cerca y admirar ejemplares, en muchos casos únicos, «que son un importantísimo legado bibliográfico para las generaciones futuras», en palabras del presidente Alvar, profesor de investigación del CSIC y también colaborador de LA RAZÓN.

Unas exposición que profundiza en el rico pasado del Real Casino de Madrid, al recoger, como apunta el profesor Alvar «el primer libro de actas de la institución o las escrituras de las casas que ocupaban la finca donde se levanta hoy en día el Casino, allá por el 1910».

Las obras expuestas, un total de dieciocho, datan desde el siglo XVI al siglo XX y recorren una gran variedad de materias: de la historia a la medicina, la equitación, la arquitectura o la legislación. Entre estas joyas, destacan el diccionario de Covarrubias de 1611, la edición del Quijote de 1777, ejemplares de la historia de Madrid del siglo XVII, guías de forasteros o libros de turismo de principios del siglo XX muy difíciles de encontrar. «Otras obras han sido seleccionadas por la encuadernación o las ilustraciones», tal y como subraya también Miguel Ángel Ramírez Carrasco, bibliotecario de la entidad y coordinador de la muestra.

También se exponen el legajo recientemente restaurado y perteneciente al archivo casinista (que incluye privilegios reales con las firmas de Felipe III y Felipe IV, y documentos notariales de la antigua finca de la calle Aduana 22, actual sede social de la entidad), y el primer libro de actas de la Junta Directiva del Real Casino de 1867.

Unas exposición que también profundiza, como vemos, en el pasado del Real Casino de Madrid, en sus orígenes y en el ánimo que empujó a aquellos primeros socios fundadores, al dar publicidad y mostrar, como apunta el profesor Alvar «el primer libro de actas de la institución o las escrituras de las casas que ocupaban la finca donde se levanta hoy en día el Casino».

Una muestra que también será una manera de aproximarse, para muchos, a expresiones propias del mundo bibliográfico, como “signatura”, la señal de números y letras que se pone a un libro o a un documento para indicar su colocación dentro de la biblioteca. “Pasta española”: Encuadernación en piel de cordero teñida de color leonado (amarillo rojizo) o castaño y decorada generalmente en jaspe salpicado. También «Holandesa», por aquella encuadernación artesanal en tapa dura con una técnica específica en las cubiertas. O expresiones como «Con privilegio», que supone el monopolio en exclusiva de impresión de una obra además de la licencia o permiso para imprimirla fijadas por una tasa.

Una aproximación a la cultura y a los usos y costumbres de las Españas, pues muchos transcienden a un determinado emplazamiento geográfico, que recala en distintos siglos, en sus artes y oficios. Con una especial atención también a la historia de la capital. A la ciudad en la que se asienta el Real Casino corresponde el libro de Gerónimo de Quintana, quien es considerado por muchos expertos el decano de los cronistas de Madrid. En la portada, curiosamente, el escritor se define como natural de la villa, clérigo, presbítero, miembro del Santo Oficio y rector del Hospital de la Latina. Destaca la portada calcográfica alegórica de Roberto Cordier en la que aparece la Virgen de Atocha (entonces patrona de Madrid) sobre el escudo de la Villa, e imágenes que representan la Religión, Roma y Grecia, o el oso y el dragón de Puerta Cerrada. O curiosidades como el libro que contiene las sesiones de las Cortes de Cádiz, entre el 8 de diciembre de 1812 y el 5 de febrero de 1813, en que se debatió el proyecto para abolir la Inquisición. Ahí es nada.

Una exposición única que se puede contemplar hasta el 31 de enero. Una muestra que, por lo demás, y a decir de muchos, tiene su «rey» en la obra más valiosa de cuantos atesora la Biblioteca del Real Casino de Madrid: el «Tesoro de la Lengua Castellana o española”, publicado en 1611 por Sebastián de Covarrubias, lexicógrafo. Un libro que está considerado la obra cumbre de la producción lexicográfica española del siglo XVII.